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respectos, porque entonces
~enia
la masa
~e
todos
los nego.cios yndianos, porque los entendía mejor
que otro aiguno, aunque no auia estado pÓr. acá.
fyfas, en fin, el Obisp? de
Lug~·,
Don Juan ,,.Suarez
de Carauajal, y el Comendador mayor de Leon, y
otros grandes letrados,. fueron de contraria opi-
' nion; en fin y al cabo se uvieron de concluyr }
acabar, y luego se presentaron ante la Sacra Ma–
gestad, el qual las vi_do y dio por buenas y las con–
firmó estando en las Cortes de Barcelona, que fue
a veinte de Nouiembre de 1542 q,ños. No fueron tan
presto hechas y hordenadas estas hordenanc;as y
nu~uas
leyes, quando los conquistadores, vezinos
y moradores destos reynos del Peru, que estauan
al presente en la corte en sus propios negocios, lo
eseriuieron
a ,~
amigos
y .
conoscidos que viuian
-en estas partes, embiarnfoles los traslados de lo
que se auia hecho en la corte, para que viessen lo
que mas les conuenia para el cumplimiento dellas.
Venidas ya que fueron aquende el .mar, vistas y
leydas por fos cibdadanos y vezindad que auia en
cada lugar, luego se comern;:aron a escandalizar y
azorar con grandes desabrimientos, y por esto de–
terminaron muchos dell_os, que eran de mala y
J
peruersa yntencion, de no las consentir, ni obe- .\
descer, ni :resce-bir en quanto a ellos fuess e possi–
ble, porque dezian que eran muy seueras y perju–
diciales para todos los estantes y moradores de
toda la tierra. Algunos desuergorn;ados y mal yn–
tencionados, quando assi tomauan los traslado.sen
las manos y leyan las nueuas leyes h azian
mili
vi–
sajes y 111,eneos con todo el cuerpo, que parescian