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dador mayor de Castilla; Don Garcia Manrrique,
Conde de Osorno y Presidente de Hordenes, que
auia entendido en negocios de Indias mucho tiem–
po, en ausencia
de~
Cardenal; El Secretario Don
Francisco de los Cobos, Comendador mayor de
Leon; El Doctor Don Hernando de Gueuara, que
era de la Cá_mara del Re:y; El Licenciado·Salme–
ron; El Doctor Gregorio Lopez, que eran Oydores
de las Yndias, y el Doctor Jacobo Gon<; alez de Ar–
teaga, que a la sazon estaua .en Consejo de Horde–
nes; El Licenciado Mercado, Oydor del Consejo
Real; El Doctor Bernardo de Lugo; El Licenciado
G,utierre
'V
elasquez, con .otros. Juntauanse a tra–
tar y disponer
~stas
cosas con el
Cardena~,
que
p·osaua en casa de Pedro Gorn;alez de Leon, en .
donde se hizieron muchas ynformaciones.
~l
em–
perador, auiendolas visto, quitó de la audiencia a.l
Doctor Beltran y al Obispo de Lugo, el qual des–
pues perseueró en corte,
y
dende a quatro o cinco
años
Je
hizo comissario general de 'la Cruzada. El
_]2gc tor Beltran se fue a nuestra Seño -a de Gt'aciat
de Medina d'el Campo, donde tenia su casa; daua
muchas gracias a Dios que lo dexó morir sin ne-
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g ocios y sin juegos -ni trapazas; tuvo muchos y '
grandes sala rios sie
!J.dOabogado; dexolo por el
Consejo Real y lo r emouieron del; quejauase mu–
cho de si mismo, por
aú~r
dexado la abogada por
la Audiencia; fue muy talwr
mucho mas
qu~
el, y los hijos
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s
a~ ,
con otras muchas, se platicaron.con el
Car~
nal, el qual fue de parescer que no se diesse lo que
fray Bartholome de las Casas pedia, por ciertos