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DE LA RE OLUCION DE
J
'GLATERRA.
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toda su vida, y de buscar en sus palabras, en sus a tos, y aun en sus
onseje , hubiesen sido ó no adoptados, pruebas de alta traicion. Otra
omi ion semejante formada en irlanda, sirvió de auxiliar
á
Ja de la cá–
mara. Tomaron en e te a unto parte los escoce e por medio de una
declaracion virulenta, que daba
á
entender que su ejército no saldría
del reino sin que hubiese cargado todo el pe o de la ley sobre su ma
cruel enemigo. En sentir del odio y de Jos terrores populares, bien me–
recido tenia aquel ministro encarcelado todo el encono de tres pueblos.
Libre así de sus contrarios, y preparándose para una terrible ven–
ganza contra el
únic~
á
quien temía la cámara tomó posesion d
~1
gobfor–
no. 'otó subsidios, pero tan esca os que solo cubrían las necesidade
mas urgentes, esto aun encargando su administracion á comisionados
elegido de su seno. Así mi mo no se votaron Jos derechos de aduana
mas que por dos meses, y sucesivamente se iban renovando. 'o ob.tan–
te,
para cubrir los gastos eran necesa.rias mas considerables l rontas
recaudaciones : en isla de esto la cámara tomó prestado en su nombr
á
sus partidarios de la ciudad,
y
aun
á
sus miembro , sobre la ola fé
de sus promesas : asi tuvo orígen el rédito público. El rey instaba para
que se licenciasen lo dos ejércitos, el de los escoceses sobre todo, ale–
gando con ventaja el graYámen que con ellos se imponía
á
los condado
del Norte; pero la cámara los necesitaba, y se senlia con
fu
!'Zas para
hacer aceptar al pueblo e ta carga :
<<
ueslros contrarios, dijo Lrode,
son aun sobrado fuertes, no nos es posible permanecer sin aliados
1>
Eludierónse las instancia· del rey ; aun mas : en la reparticion de 1 s
fondos destinados al sueldo se favoreció mas
á
los es ocese que
á
Jos
ingleses, cuyos oficiales no inspiraban la misma confianza al parlamento.
Alguno se agriaron por ello; pero Ja cámara no hizo caso, antes por l
contrario decretó que los primeros habian prestado
á
los últimos servi–
cios fraternales, por lo que en adelante se les daria el nombre de
her–
manos,
votó á favor suyo
á
titulo de indemnizacion
de recompensa
una suma de 555,000 libras esterlinas.
La negociacione para la paz definitiva con Ja Esco ia corrían mas
á cargo de una comision del parlamento, que del consejo del re . Las
notabilidades de ambas
cámara~
particularmente de la baja, comían lodos
los dia reunido en casa de Pym; se le reunían los comisionados e coce-
e , los autore de la principal s peticione y los hombres importante
ele la poblacion : alli se trataban de sobremesa todos los nego íos del
E lado de la cámaras. Era tal la influencia de Lodos lo poder s há ia
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