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'IllSTOHIA
e Laban igualmente de ocupadas; por Lodas parte oían decir que el r
e taba pronto, y que no se baria aguardar mucho tiempo.
Muy de mañana en efecto, en un aposento de" biteball, al lado ·de la
cama en que Ireton yHarrison estaban aun aco lados juntos, Cromwell,
Ha ker, Bunck , x.tell y Pha
1
re, se habian reunido para estender el úl–
timo acto tle e le horrible proce o, Ja órden que clebia dirigir e al ejecu–
tor ((Coronel, dijo Cromwell ó Huncks,
á
vo Loca escribir
y
firmar. »
Htincks lo rehusó ob tinadamente : ((¡Qué ob tinado regañad
1
dijo Crom–
well. - la verdad coronel Bunck
1
le dijo Axtel1
1
me dai vergüenza ;
ved aqui el bajel que enlra· en el puerto querei replegar las velas an–
te que echar el áncora
1
n
Iluncks pet islió en u negativa : romwell
e sentó murmw'ando; escribió él mismo la órden
1
y
la presentó al o–
ronel lla ker, que li:t firmó in objecion.
a
i
al mi mo in tanle, de pues de cuálro ora de un profundo sueño,
dejó Cárlo la cama: ((Tengo un gran negocio que bacer, dijo áHerbert, e
preci o que me levante al in Lante,
i>
y
e pu o al tocador. Berbert turba–
do, le p inaba con meno cuidado: <<Tornad, os ruego, le elijo el rey, el
mi mo trabajo que la otra veces, aunque no deba eslar mu ho tiempo mi
·abeza obre mi e pal<la ; ho qui ro ir preparado como para una bo-
da .
»
Mientra e ve Lía pidió una ami a ma : «La e-Lacion e fria
dijo, podría temblar, pre umiria la g· nle que es de miedo, yno quiero
(¡ue sea po ible emejante upo
ici.on.i>
Apenas a-ornaba·el día, llegó
1
0bi po y empezó lo ejercicios religio o ; al leer el capítulo
'Víl del
l~vang·elio
egun san Mateo, en que se refiere la pa ion de nuestro eñor
Je ucri to : <l¿Milord, preguntó el rey, habei elegido et capitulo, co–
mo el mas apropósito á mi ituacion ?- uplico á .
I.
r paro, re pon–
dió el obi po, que el Evang·elio d l dia, corno lo prueba el calendario.
i>
El rey apareció profundamente onmovido, y prosiguió Je enclo con
mucho ma ferv0r. Cerca la diez llamaron ligeramente á la puerta ;
llerbert se mantuvo inmóvil : el segundo golpe e dejó oir un poco ma
fuerte aunque con cuidado:
<del
á
ver quien llama, dijo el rey.-Era
l coronel Racker.-Bacedle onlrar, añadió. - efior, dijo el coronel con
voz baja y Lembloro a, ha llegado el momento de
ir
á " biteball ; ' . M.
tendrá aun mas de una hora para de can ar.- Voy al in tante, respon–
dió Cárlo , dejadme.)> Ha ker salió : el rey e recogió aun por alguno
min11tos, despues tomando al obi po de la mano : ((Venid, dijo, marche–
mo : Herbert, abrid la puerta : Hacker me ha llamado egunda vez.
i>
Dajó al parque que debia atra esar para dirigi1' e á Whitehalt.