los peninsulares; estos chinos han sustituído
á los negros; estas
~aciones
de arroz, clausu-
_ras de
g~lp6n,
látigus
:r
otras lindezas han
sustitu~do
á
las ordenanzas de
1534
y
1535
que tan oportunamente trae á colación mi
querido amigo don Carlos Alberto Romero.
No era posible que trajera á colación el de–
recho ,. eljus
1wtuFaljs
y ot1-as zarandaj as de
la justieia romana
y
del
common
faw,
pero,.
se encargará de traerlas
á
colación
á
su dE·
bido t.iempo.
Ii>or eso se
V8r:l
que en
Negros
y
CabaBos
se
t
1
rat.a de alma
á
pesar de lo que digan los
e. tudiantes atolondrados.
Como el alma es cosa que sale de la tierra.,
pero que no se puede plantar en la tierra,
h8Jy toda una legión de g(mtes
á
quienes in–
teresa que nadie cavile sobre el alma. Los
estud íos históricos como el presente están
conden·idos de antemano por esa legión.
Todo esclarecimiento de las condiciones
en que vivieron los fundadores del Perú es
un esclarecirniento ·de lo que conviene ó per–
judica á esta entidad que
comen.zóái
ser su–
jeto de derecho en
182.1
y que llamamo5
pue-
-
blo
perut--Lno.
Desconocid<:> romo tal por los
conoiuistart ores, virreyes
y
fo.ncionaTios reales,
dió sus primeros vagiGlos en
1780
con José
Gabriel Tupac Ama,ru. y crece día por día á
pesa-r
Da
Pira,
di
Saturno, MBtuto
Nume.
No es solamente la ignorancia lo q:ue se
opone
aJ
desarrollo de la literatura históuica
V