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La Guerra de Quito.
otras personas, y que lo mismo decia habia de hacer
en todas partes
y
cumplir las leyes sin que ninguna
quedase; de lo cual todos entendian
el
grande agravio
que á todos se hacia. Y como aquello fué oido, clara–
mente acuerdan de tomar á Gonzalo Pizarra por su
defensor, é juntamente con él irá suplicar las nuevas
leyes no fuesen en todo cumplidas. Gaspar Rodríguez,
Hernando Bachicao afirmaban que los de ,Lima habian
de prender al visorey si tpdavía quisiese ejecutar las
nuevas leyes. Con aquestas cosas que se praticaban
y
altercaban, habia gran rumor en el Cuzco, mostrando
los vecinos que de oillas rescibian pena gravísima; y
entre todos andaba una variedad de pensamientos;
teniendo los más los ánimos airados - y aparejados para
cometer cualquiera hecho sobre el no obedescer las
leyes.
Pasado, pues,
el
tomulto que rescreció con la venida
déstos, acordaron de
bu~car
manera para que Gonzalo
Pizarro pudiese, en nombre de todos, ir á responder
por ellos; aunque no les parescia .que seria cosa acer–
tada, estando ya Blasco N úñez dentro en la cibdad de
Los Reyes y en ella recibido por v_isorey, de dar poder
á Gonzalo Pizarra. Por otra parte, dejar de dárselo
decian que era locura y que ]es vendria gran da-ño;
y
como no dejasen de venir de Los Reyes cartas,
y
lo
mismo de la provincia de Andaguáilas, de Pedro de
los Rios y de Diego Maldonado, entreviniendo en ello
Francisco Maldonado é Hernando Bachicao
y
Juan_
Vélez de Guevara y otros, segun dicen, conciertan con
el
pueblo é con los de su cabildo que nombren á Gon-