Capítulo XXV.
lo sustentar, de dar
á
Gonzalo Pizarra poder complido
en ,nombre de su cibdad, para que pudiese ir á la cibdad
de Los Reyes á supliqr de las ordenanzas para
ante S. M. del Rey nuestro señor, obligando para
este efeto sus personas, bienes
é
haciendas.
Hecho esto, Gonzalo Pizarro andaba acompañado
de gente de guerra y mostraba ya por las palabras que
· de su pecho ' lanzaba, extenderse su deseo
á
más que ser
procurador. El licenciado Leon habia ya llegado
á
la
cibdad del Cuzco, y holgábase grandemente,
á
lo que
cuentan, con lo que pasaba; y el licenciado de la Gama
habia escrito sus cartas, tratando en ellas mucho mal d'"'
las cosas del visorey , segun dicen.
Luégo, pues, que Gonzalo Pizarra se vió nombrado
por procurador, habló con ·Gaspar Rodríguez de Cam–
poredondo y con Cermeño y Alonso de Toro, Tomás
Vázquez y otros amigos suyos, para que moviesen los
ánimos de los vecinos á que le rescibiesen por justicia
mayor, y esto hizo por tener enteramente mando sobre
todo. Y como los del cabildo aquello vieron, alterá–
ronse eti. gran manera, paresciéndoles que Gonzalo
Pizarro, con su favor, sin tener ellos voluntad, se que–
ria alzar con
el
reyno
y
oponerse contra
el
visorey;
'y
paresciéndoles mal su intencion, no acordaron de lo
hacer, ántes mormuraban algunos dellos diciendo:–
¿Por ventura no veis con la calor.que quiere éste abajar
á contender contra
el
visorey? Y maldecian muchas
veces á los qae de Lima habian escrito, pues creyén–
dose Conzalo Pizarra fácilmente de sus cartas, dejó de
se volver
á
la villa de donde él era vecino.