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1
Libro segundo
-
todos ellos se
cometen
por
codi·
mas principal es
la
roberbia, que
cia de algún bien particular que es apetito desordenado dt:
la
pro–
este amor propio nos hace de
pia excelencia. Esta dicen los
sear. ' De este amor o.acen aque
Sant0s que es la madre
y
r~yna
llas tres ranus que dice S Juan de todos los vicios :
y
por tanto
en su Canónica
(a):
que son
co ·
con mucha razon aqud
santo
dicia de la carne, codicia de los Tobías entre otros avisos gue
ojos,
y
soberbia
de la
vida;
que
daba á su hijo, le daba esti:,
por términos
·mas
claros son:
dicicm.lo(b): Nunca permitas
amer de
deleyt-es'
amor
de ha-
que. la soberbia teoga s<.ñorío
cicnda ,
y
amor de honra: por-
sobre tu pensamiento ni sobre
~
que estos tres amores procede-n
tus p '.}labras; porque de ella to·
de
aquel' primer amor. Pue;:s
oel mó principio .toda nuestra per–
amor de los ddeytes nacen trt:s didon. Pues quando este
pesti–
vicios capitales,
que
sou luxuria,
lencial vicio
tentare tu corazon,
gula
y
pereza. l)el amor de la puedes ayudarte .contra él de las
honra
nace la soberbia;
y
del
armas
siguientes.
amor de la hacienda
l~
avarkh-1.
·Primel'amente coasideraaquel
Mas los otros dos
vicios~
que son esp,anwso castigó cou que fueron
ira
é
invidia
1
sir\lt:_n áqualquiera castigados aquellos malos A ,gl!–
de
estos
malos
amo. s:
p1..
rque
les~ueseetls0berbecit:ron;put:sen
la ira nace de impedimos qual·
un
punto ftteron derribados del
quiera.dees as omas q
ea-
C~o
y
echados en los
abismos.
mos;
y lainvi ia de q
1·
ie-
.M
~
coino.este vicio
e~cu-
ra que nos .gana por la mano,
y
recíti
al que
resplaud~cia
mas
y
alcauza
aquello
que el amor que
codas
las
estrellas dd Ciclo:
propio quisiera antes para sí que
y
al
que era no solamente
Auge:,
para sus vefioos. Pues como
tts- ,
mas
m1.1y
principal
emr~
los
An–
tas son las tres universales raices geles , hi:lo oo solamt:nte de1uo–
de todos
los
males,
de las
qua- .
nio,
RYcls
el
peor
de todos
lusde–
Jes proceden
~stos
siete
vicios;
monios. Pues ·si esto se hizo con
de aqui es que vencidas estos sie-
los Angeles;
i
qué se hará
co~-.
te, queda
luego
el
~squadron
de
tigo,
polvo
y
·ceniza~. Porque
Dios
todos
los otros vencido. Por
lo
na
es
CQntrario·á
sí
wto,
ni
r
qu~l
todo ·uuestr >estudio se ha
acéptador
de personas. ma& así
de
emplear
ahora en
pdear
coo-
en
el
Aogel como en el
hombr.e '
t~a
estos
tau poderosos
~i gantes,
fo
descootenta
la soberbia ,
y.
le
s1
queremos quedar
st·oores
de agrada
la
humildad. Por lo
qual
todos ios otros enemigos que uos dke S. Augustin : La humihiad
ti~~en
ocupada
la
tierra di.!
pro-
hace
de
l~!I
ho1Jlbres
Ai igdes;
y
mmon.
..
. .
la. soberhaa de
los
Angeles
demo-
.E.nue
los
quales
el pr1mero
y
mos. Y S.
B~rnardo
dice: La so·
.
-
b~
(a) .r.
Joan.
2.
(b)
TDb.
4,