.....
_
de la
Exlio1·tacion
á
t.i
Virttid.
193
c~o
, que ni
se
podia ·
le~antar,
de Ja
e.ame;
.Y
~,si
con:io acabó
'
ni
asenur en-Ja
_cama,
01
llegar · efe esprrar,
srntJose alfl ,
un tan
la mano
á
la.
boca ,
·ni mlldarse
maravilloso olor,
que todos
quaa·
de un lado
á
otro. Tenia
éruna
tos
presentes
~staban,
fueron He.
madre
y
un
hermano
que le
acom.
nos de inestirnable ·suavidad-; por
pañaban
y
servían :
y
todo
lo
las
quales cosas
evidentemente
que
él podía
haber
di! sus
limos-conocieron
que
eran verdaderas
nas
mandáb<llo
dará
otros
pobr.eslas voces-
de
alabanza . con
que
por mano de la
madre
y
del
her·
aquella
ánima
habia
sido
recibi–
mano.
No sabía leer; mas habi;1 da
en
el delo. A la
qual
m :uavi–
co:nprado algnnos
libros
sagra-
lla ·se-
hafló presente
un
Monge
dos;
y
quan-do
recibia- en .casa nuestro que
hasta
hoy
es_vivo;
el
algunos
Religi,,sos,
hacia
que
le
qual
con grandes
lágrimas
suele
leyesen
~n
ellos : de donde vino
testificar
que
aquel olor
maravi–
á
ser
que
en su manera
supiese
lioso
no se quitp de
las
narices
mucho
de
las Escrituras
sa~ra-
de
los
que alli
asisciao, h1sta
que
das, aunque
del
to~o
no
saqía
el
cuerpo
fué
entregado
á
la
leer.
"!juntamente
con
esto pro·
sepultura.
curaba
dar siempre
gracias
á
Tras de éste añadiré
aqui
otro
nuestro
Señor
en medio de-
sus
exemplo memorable del mesmo
dolores,
y
ocuparse
dfo
y
noche S.
Gregario
(a), del
qual
da
él
en hymnos
y
alabanzas.
divioas.
fiel
testimonio ,
como
d~
cosa
Ma's llegándose
ya
el uempo
en que
mucho
le
tocaba.
Tres her–
que
el Señor
qu:~ia r:muoera~
m:inas,
dice
é{,
tuvo mi
padre;
esta
tan
gran
paciencia ,
1le:Jo
las
quales tod J s
fueron vírgenes
á
lo postrero. Y
como
él
se v:iese dedicadas á
Dios. .
La un a se lla–
vecino
á
la muerte, llamó
á
los
maba Tarsilla ,
y
la otra Gor–
peregriuos hnéspedes que
en
su diana,
Yrla
otra
Emiliana.
Y to.
casa babia,
y
.amonestóles que
se das
tres
con un
mesmo fervor
y
levaotasen
y
cantasen
junta
men-
devocion se
ofrecieron
á
Dios,
y
te
con
él
Psalmos por
la esperan-
en
un mesmo
tiempo
se
consa–
lla
de
su
acabamiento.
·
graron
á
él :
y
asi
vivi!Jll
en su
Y estando él con ellos
murien-
propia
casa
debaxo
de
una
estre·
do
y
cantando •
súbilamente los
cha
regla
y
observaocia.
Y.
per–
acajó v pu o silencio
con uct gran ·
severando mucho ti .?mpo
en esra
de clamor
y
terror,
did~odo:
vida ,
comenzaron Tarsilla
y
Callad.
tPor
ventura
no
ois las Emiliana
á
crecer cada día
mais
voces de alabanzas que suenan en el amor de su Crhdor; de
en el
cielo~
Y estando él
acento
tal
manera, que estando en
la
c on
el
oido de su corazon á
la4'
tierra
con solo el cuerpo,
cada
voces
que dentro de
sí
oía, Juego dia con el áni1no
subiao
á
la
aquella santa ánima fué desatada
eternidcld. Mas
por
el
contrario
Bb
el
(a)
HouJil.
38.
inEvang. cir_ca finem.
I'
•