él
e la
Compañia
de
J
efus.
1
9
t
No fe
me
pregunte, pues, quantos Infieles
bautizamos cada año: de lo que acabo de decir fe
puede conocer , que -efiando
ya
formado el Pue–
blo, o Lugar, no tenemos que bautizar fino
a
los
niños, que alli nacen,
o a
algun
Neophyto,
que,
o
por no haver tenido cuidado de aprender el
Cathecifmo ,
o por
0tras razones , necefsita de
fe~
probado por largo tiempo , para que no reciba in–
dignamente el Bautifmo. No ignora V. R. lo que
tienen que padecer los Mifsioneros, principalmen-.
te en los principios. La falta de las cofas mas
ne~
ceífarias a la vida , por 1nas que quieran los Su•.
periores proveernos de ellas: las igcomodidades, Y
1
las
fatigas de los frequentes viages para reunir
los
Barbaros
en
un Pueblo : el abandono general
en
nueftras {'nfermedades .,
y
la falta de afsifiencia,
Y~
_remedios,
fon
la menor parte de {us cruces.
Qu~
no les ha
de
cofiar ver e privados de todo
co~
mercio con
los Europeos, tener que vivir con
hom.
bres fin educacion,
y
fin crianza ;
quiero
decir ,
con
hombres
indifcretos, importunos,
ligeros,
inconfian~
tes,
ingratos,
coba ·des , difsimulados ,
perezofos,
afquerofos ,
y
dados
obfiinadamente a
fus
locas
fuperíl:iciones;
y
para decirlo todo en una
palabra~
con
Salvages
?
Q1e
violencia no tenemos que ha-.
ccrnos!
Quantos
enfados,
y
difgufl:os tenemos
que
pa ífar!
Q.1antas
complacencias forzadas no
tenen1os
que manifeftar!
Que
otnin i0
no
d~bemos
tener fo ..
bre
nofotros mifmos! U Mifsionero, para fer
del
guito
de los Sal ages, debe hacerfe
Salvage.
Dire no obftante
a
V. R.
que
muy
bien
re~
com1Jenf~dos
eftan nueftros trabajos
,
no folamen-.
'
~211
el
Qq~~ in~c~i~r
,
que
f~ f!eo~e d~
coopera
e
~ºª