de la
Com_pa#i4
de
J
;_[u.r.
/
·
1
9
j
Me
enterneci mucho al
ver
las anfias
)
y
el
extraor–
dinario
anhelo de efros
Pueblos
para fer catequi-:
z2dos.
A
la primera
carnpanada que
oyen,
acuden
apdfa
a
la
Iglefia;
y
fu
atencion
es
tan
grande,.
que
fiempre
les
plrec~
corto
el
tie1n1)0,
que fe en1...
plea mañana ,
y
tard~
en enfeñarles ta Docl:rina
Chrifiiana.
No
quedan
muchos
fatisfechos,
y
tie~
ne el Mifsionero
que
ártnarfe
de
paciencia,
y
re~
petir
a
cada uno en particular lo que
explico
ellpublico.Tanto fervor"tan opueíl:o al genio,y caraét.er
de ell:as
Naciones,
m·e
da
efpe-ranzas ,. qu.e
fera
una
de las mas florecientes,
la
Chriíl:iandad de S., Pablo.
Me
quede
alli tres dias ,
y
to1nan1os
n1i
Cotnpa-!
ñero,
y
yo
nuefl:ras Canoas.
En la
primera jorna–
da
n1e
encontre con un fatnofo
Piaye ,
(
a(si
llaman
los
Encantadores,
y
Mago1)
llatnado
Canori,
de
mu~
eh
1
reputacion
entre
los Salvages.
Havia tenido
el
at revitniento ,
durante una corta
aufenci.a
del
Pa~
dre
Dahna,
de entrar en la Mifsion de
San··Pablo~
y
hacer fus conjuros
al
rededor de la choza, que.
el
Padre
acababa
de
conftruir
para fu
habita~
cion. Procure
faber
qual havia
fido
fu
intencion;
pero
nunca
fe
puede facar
la
verdad
dé
ef~
ta
efpecie de gente'
acoílumbrada
defde fus
tier~
nos
años a la perfidia,
y
a
la
mentira ..
Tomando,:
pues , la feriedad que conven-ia ,
le eche
en
cara
los embufl:es ,
que ufaba
para abufar de la
fttnpli-t
ciclad
de un Pueblo c.redulo;
y
le amenace,.
qu~
fi
entraba otra vez en el Pueblo,
fe
le daria el
caf~
tigo ,
que merecian
fus enredos
ti
El talento
que
tiene
efra
gente de
perfuadir
a
lo~
ludios
quanqo.
eflan
enfermos ,
que
fon
amigos
de
un eCpiritll
muy
(uperior
al
que
atorrqenta
al
enfermo ,
les
T'om ~ X~f.~
B
q
ga a