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Cartas
de
las
Mifsíon.esgana mucho credito. Los hacen creer ,
que van
a
fubir al Cielo
a
llamar al efpiritu bienhechor , pa ...
ra qué eché de aUi al efpiritu 1naligno , unico au–
tor de
los tnales,
que padece el enfermo._ Se há ...
cen pagar de .
ant~mano
,
y
venden muy
caro
fu
· trabajo;
y
afsi , aunque muera el
enfern1o,
íi'eLnp re
titnen fu falario feguro.
E1dia on
e
e de1mi [mo
t1l
es entra tnos en e
1
R
i
o
Camoppi
,
como
a
las fiete de la
1nañana,
dexand o.
a nuefl ra izquierda el Rio
O·víapok,
con anin1o de
fu bir
por
el a
la
bue1ta.
El
Camoppi
es baftante
g~an de,
no tanto como
el
O·viapok,
pero de n1e jor
na vegac ion. Tiene fin
embargo n1uchos
faltos , o
cataratas,
principalmente uno ,
que
paífamos
<!l dia
quince,
y
es muy largo ,
y
peligrofo, quándo las
aguas vienen
crecidas.
Con
mercaderias
nadie
fe
atreve
a
¡)affarlo
en
tietnpo
de
avenidas. Totnan
·,
· para mayor ft guridad acueftas las Canoas, prin-
\ ci.palmente
los que
trafican
en Cacao. N o
pue<.
o
.. explicar
a V. R. el profundo filenc io , que
rey
na
lo largo_de efios Rios. Jornadas
ent eras
fe hacen
. fin
ver,
ni oir
cantar
algun pa}aro. No obfiante,
. .
~unque
parece triíl:e
la
foledad' tiene no
se
que,
que difipa la me1ancolta. La nat uraleza
¡)intada
en toda fu
úmplicidad , ofrece
a la vifta
1n il
ob~
jetos ,
que
la recrean. La
defigualdad
del terreno
reprefeota
grandes arboledas en forma de
atnphi–
teatro,
y
etnbelefa los ojos con
la
variedad de fus
·hojas,
y
flores. Las cafcadas,
y
torrent es ,
a gra~
dan ranto
con
lo
criftalino
de íus
aguas
,
comq
con fu fuave n1urmullo.
.
·
No
difsimulare
a
V.
R.
que tal v·ez infpira
)lil
~als
tan
d.eíierto'
no
se que
horror
[ecreto ,
que
fob rc:=