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S'
Cartas
ae
las
MzjslDnts
,,
como fe
ha
curado
?
Precifamente
haciendo que
·,, la foplaífen. Llegando una muchacha
a
cierta
edad, la ebligan a eftar en fu Hamaca,
y
la
cuel~
gan en lo mas alto del techo de
la
cabaña.
Al
fe~
gundo mes baxan la Amaca baíl:a
el
medio de la
altura ;
y
ál
tercero entran unas
viejas en
la
caha··
ña , armadas de
palos,
y corren
por
todas partes
dando golpes fobre lo que encuentran,
y
figuienw
do , como ellas dicen, la culebra que
pico
a la ni·
ña:
y
dura efl:a 1naniobra , haíta que una de ellas
exclama , que ha n1uerto a la culebra.
Haviendo una
muger
dado
a
luz uná
criatU•
ra ,
es cofiumbre , que fu marido ayune tres ,
o
quatro
dias con
tanto rigor ,
que ni
beber puede•
.Un
buen
Indio
me
ayudaba
a
confiruir
Ini
cabaña,
quando eftuve en
Caij11.
Defaparecio por
dos
dias;,
y
al tercero le encontre con una cara macileflta ,
y¡
desfigurada. Le pregunte ,
de
donde le venia tanta
palidez,
y
por que no ven1a
a
ayttdarme
?
Me
re~
plico,
que ayunaba. Efirañe la refpuefta,
y
Jnu~
cho
mas luego que me
inforn1e
de la caufa ;
por~
que me dixo que ayunaba , porque eftaba fu
n1uger
de
parto.
I..e
d1
a
conocer
la
tonter!a ,
~
le
hice ir
a
tomar algun alimento. Luego le dixe:
Si
tu muger
efia
de
parto,
que
ayune ella ,
y
no
tu.
Le parecio bien la
razon,
y
vino
poco
d€fpues
a
trabajar como
antes.
No abandonan fus
muer..
tos ,
como
fuelen otros barbaras. Muriend9
al guno
de
la
familia,
le ponen en
una
tinaja
proporciona~
da al cadaver, y lé entierran en
fus proprias
calll!
fas;
y
afsj ,
al
rededor de cada
c;abaña fe ve t ie rra
levantada en
repecho~
fegun el
n~mero
de
tina;~.
s
c~, ~r .rªd~$!