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Cartas
de:
las
MijJ/on~s
'di
:de~ '
alli
n1is
muebles,
y
pafse
i
Caifa.
A.cu.:
dieron los Infiel
S
de tropel
a
mi llegada. Micho-:
za eftaba en eltnifmo eíl:ado que la havia dexado.
Les pregunte: por que havian faltado a fu palabra
de tenerla difpuefra para tni buelta? Refpondieron,
que no me efperaban mas; pero que en pocos clias
eíl:arla concluida la obra. Hablando, pues, al Ca–
pitan, le dixe: ,, Bien ves, que no puedo quedar
~'
aqui ,
G
me falta ca[a; porque no es decente , que
,, yo
viva en vueíl:ras cafas , rodeado
de
todas
vue~
,, tras mugeres;
y
afsi me buelvo
a
Carapari
,
don.–
' ' de
tengo
mi
bagage :
y
teniendo avifo , que
eíl:a
,, difpueíl:a n1i cabaña , partire Iu·ego para vivir con
,, vofotros. U
u
a refolucion tan no efpe
rada ,
los
dexo
fin poder decir
palabra.
Solamente la
muger
del Capitan fe acerco
a
tni '
y
lllC
trato de
inconf~
tan
te: partl fin perder
tiempo,
y
la
dexe de[cargar
fu colera.
El dia
defpues
de mi arribo
a
Carapari,
paf~
feandon1C por la noche
a
la claridad de la Luna
con el Padre Lifardi, vimos llegar
al
Padre
Pons
en
el
trage
mas burlefco. Venia en
fu
1nula
fin
fre~
no,
ni filla , íin fornbrero ,
y
fin
fotana, n6
tenien~
do mas veftido , que fus calzones,
y
fu camifa.
Lue~
go que fe apeo , nos conto fu hHl:o(ia. Los Indios
de
Tareiri,
donde havia ido con tanta gana, luego
qu'e
le
vieron entrar en fu Lugar, le dexaron
e~
eíl:e miferable eíl:ado. Le huvieran embiado
en
e~
ramente defnudo ,
fi
el hijo
del
Capitan , por no
e
que cotnpafsion natural,
ó
porque no le quitaífegla
vida, no
le huvíera librado de fus manos.
Havien~
danos
reído
un poco d
efl:a aventura, le di una
fotana viej_a, que
po~
acafq havia tra1do parJ tnu._
d~~