· CAPÍTULO XX
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suyas, que desde que tuvo once años habia comenzado a
dudar de los misterios, resolviéndose sien1pre en que eran
mentira, i otras cosas, como ser que cómo pudo padecer
Jesucristo tanto como dicen los evanjelistas, i que cómo
podía estar en la hostia; de si la institucion del Santísimo
Sacramento fué en la noche de la cena; de si hubo tal
cena; que cómo puede ser en el valle de J osafat el juicio
universal, etc. En atencion a estar achacoso i enfermo de
la cabeza, fué solo reprehendido.
No contentos con estas demostraciones, los Inquisidores
prepararon un nuevo auto para el8 de octubre de
1667,
mui
interesante por las personas q\le en él figuraron, a saber:
Fr. César Pasani Bentiboli, natural de Módena, sa–
cerdote carmelita, que afirn1aba, siendo como era
mé~
dico, que la Vírjen J\tlaría despues del parto padeció el
achaque de las demas mujeres. Se preciaba ele fornica–
rio i d.iciéndole un testigo que mirase que no le casti–
gase Dios quitándole sus órganos jenit.ales, respondió que
primero le quitase la vida o ambos brazos. I diciéndole
que por qué no pedia a Dios misericordia, respondió en
términos desvergonzados, que prin1ero queria hartarse de
la mujer i despues lo pediría; que se jactaba de haber
conocido carnalmente en la Paz mas ele trescientas sesenta
mujeres, i que muchas veces revestido para decir nlisa,
alzaba los ojos a un Santo Cristo i decía: uDios mio, en–
viadme tal, que es el vaso púdico de la mujer; que estan–
do en Turquía se había casado por fuerza, etc." Su madre
babia sido prima de Machiavelo, i éste le habia ordenado.
Rabia viajado por Italia, Francia., España, i despues de
haber sido preso de los ingleses en Santa Marta, pasó a
Nneva Granada, Quito, La Paz. Cuando le prendieron por
el Santo Oficio se encontraba en las minas de Puno.
Salió sin cinto ni capulla, descalzo, en forma ele peni–
tente, con una vela de cera en las manos, con satnbenito
de paño an1arillo de media aspa colorada, abjuró de sus
errores i salió desterrado para ir a presentarse a Sevilla.
Francisca de Bustos, natural de Cuenca del Perú, de
cuarenta i ocho años, española, soltera, aunque madre de
un hijo, fué testificada de decir que tenia gracia de Dios
para curar; de que descubría algunas cosas secretas, dicien-