CAPÍTULO XVII!
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guez, su padre, fué preso en la Inquisicion de Ebora, mu–
rió en la prision
y
fué quemado en estatua en auto pú–
blico de fé que se celebró, por judío judaizante. Y
asimismo en la misma ocasion, fué presa por judia judai–
zante, Ana Lopez, su hermana de padre
y
madre,
y
dos
hijos, llamados Vicente
y
Simon Rodríguez,
y
tambien
prendieron a Ga.spar Fernandez, n1arido de la dicha Ana
Lopez, la qual con sus hijos salieron con sambenito,
y
el
dieho Gaspar Fernandez avía sido reconciliado eu otro
auto;
y
ansimisrno tuvo otra hern1ana de padre
y
madre,
llamada Guion1ar Lopez, casada con Francisco Vaez, se–
dero, la qual, entre otros hijos, avía tenido a Antonio Ro–
dríguez Orta
y
a Marta Lopez, los quales fueron peniten–
ciados con sambenito por la Inquisicion de Lisboa:
y
en
Sevilla hizo el dicho Sebastian Duarte informacion de
christiano viejo, siendo él
y
todos sus parientes por con–
sanguinidad
y
afinidad, christianos nuevos,
y
viendo que
se sabia en este Santo Oficio su calidad, dixo que no sa–
bia si eran christianos nuevos o viejos. Fué sentenciado a
relaxar a la justicia
y
bras:o seglar, por negativo, revocan–
te,
y
en eonfiscacion de bjenes. En el tablado se dieron él
y
s~
cuñado Manuel Bautista Perez, ósculo de paz al mo–
do judaico, sin poderlos apartar los padrinos. En el que–
madero, viendo ya muerto a su cuñado Manuel Bautista
Perez, dió señales de arrepentin1iento.
"11.
Tomé Quaresma, cirujano examjnado, natural de
la villa de Cerpa en Portugal, vezino de Lima, casado con
doña María Moran, natural de Granada, de edad de sesen–
ta años, fué preso con secresto rle bienes por judío obser–
vante de la ley de Moysen: era el que curava a todos los
de la nacion hebrea
y
a los negros
y
negras bos:ales, que
traían a esta ciudad de Lima para vender. Llamávanle de
ordinario el Licenciado, era gran judío,
y
con la ocasion
de curar, se con1unieava con mas libertad en la guarda de
la dicha ley de Moyses, y exortava a otros a que la guar–
dasen, conociendo a los
qu~
la guardava.n en responderle
qua.ndo entrava a visitar los enfermos dezia, loado sea el
Señor. Su ordinario modo de hablar con ellos era, V. M.
es teniente del Señor o guarda su ley (modos de hablar,
con que no solo éste sino los demas hebreos se conocían
y