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LA INQUISICION DE LIMA.
veinte años. Fué puesto en el tormento de agua
i
corde–
les, i una . vez fallada su causa i -habiendo abjurado, fué
devuelto a la cárcel de corte, de donde otro dia le sacaron
a ajusticiar
i
le ahorcaron.
Antonio de Echeverría, clérigo que votaba ua tal que
había de dar mil palos al comisario de Popayan.
u
Juan Pablo de Borja, fraile novicio del convento de
San Agustín de Lima, que afirmaba tener la rueda de
. Santa Catalina i con ella ser sabe.dor de la mitad de las
cosas que acontecían en el mundo.
Juan de Lira, que despues de perder un pleito dijo que
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uraba a Dios que ya no fiaría de nadie', de los santos,
san Pedro o san Juan.
A
frai Pedro Coronado, natural de Sevilla, mercedario,
de treinta años, lector de artes en su convento de Lima,
fuéle calificada, entre otras proposiciones, una que dijo en
el sermon de las vírjenes, que si álguien hacia buenas
obras i servía a Dios, solo por el pre1nio que esperaba
i
no por otra cosa pecaba mortalmente. Se acusó de infini–
dad de actos deshonestos, escandalosos e indecentes (cuya
relacion ocupa en el proceso mas de doscientas pájinas en
folio) i de haber servido de alcahuete al provincial frai
Nicolas de Ovalle, i a otros frailes. El alcaide declaró que
el reo permanecía en la cárcel como atontado.
Manuel Lopez, portugues de casta de judíos, denuncia–
do de que residiendo en Sevilla, se reunía en cierta casa
con varios hombres i mujeres de su nacion,
i
observaban
la lei de Moises, barriendo el aposento los viérnes, lim–
piando los candiles, guardando los sábados, vistiendo en
ellos camisas limpias, i que de allí se habia venido huyen–
do, llamándose Luis Coronado. Tan pronto como el reo
tuvo noticias de que había sido-· delatado, se huyó a Méji–
co, pero habiendo regresado a Lima, fué en el acto preso
i
se le secuestraron sus bienes.
Juan Duque de Estrada Monróy Cerezuela, procesado
porque se daba por pariente del inquisidor de este último
apellido.
Cornieles Perez, flamenco, porque en Quito sostuvo que
el individuo a quien dieron muerte en Riobamba (de que
ya
tenemos noticia) no hacia ido contra la fe.