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INQUISICIÓN DE CHILE
«Ilustrísimo y reverendísimo señor.-Pedro Sar–
miento respondiendo al cargo y cabeza del proce–
so que vuestra Señoría Ilustrísima mandó hacer
contra mí, en que, en efecto, dice haberyo hecho
unos anillos y dado industria para hacer cierta
tinta, etc., digo: que vuestra Señorío. Ilustrísima
me ha de dar por libre y quito de lo contenido en
el dicho co.rgo, por lo siguiente: lo primero, etc., y
entre otras cosas dice: Demás de lo cual, después
de otras muchas confesiones que sobre el caso
hice con Yarones de ciencia
y
conciencia y me
fué permitido, últimamente me confesé sobre ello
con fray Francisco de la Cruz, varón de grandes
letras y cristiandad, el jubileo pasado de Santa Ana,
y me dió parecer sobre ello, que lo podía hacer,
como tengo dicho,
y
dándome penitencia, la cual
yo cumplí, me absolvió, y después acá no he más
entendido en ello ni he fecho otro anillo ni figura
alguna de que después de la confesión pueda ser
acusado, así que por lo dicho está claro yo deber
de ser absueHo
y
dado por libre .
-Pedro Sar–
miento.»
«É después de lo susodicho en la dicha ciudad
de los Reyes á veinte
y
nueve días del dicho mes
de Enero del dicho año de mili
y
quinientos y se–
senta y cinco, parn más averiguaoión de lo suso–
dicho, su Señoría Reverendísima mandó parecer
ante sí á l!'rancisco de Lima, secretario que fué del
señor Conde de
ieva, visorey que fué de este rei–
no, del cual tomó
é
recibió juramento en forma
de derecho, por Dios é por Santa María é por una
señal de cruz, en que puso su mano derecha en un