EN EL RÍO DE LA P'IATA
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ción tiene puesta muy grande custodia por los dos
tribunales, el de Lima y el que últimamente se puso
en Cartagena, que es por donde se entra al Nuevo
Reino; y ansí reconociendo los cristianos nuevos de
judíos del reino de Portugal y de otras partes la di–
ficultad que tienen en entrar y salir, tratar y comu–
nicar por el dicho
puerto~
porque antes de entrar y
después de haber entrado topan luego con los dichos
tribunales de la Inquisición, huyendo de este peli–
gro han tomado por mejor arbitrio la entrada del
otro puerto de Buenos Aires y Río de la Plata,. para
lo cual tienen dos grandes comodidades: la·primera,
la costa del Brasil, que es toda del reino de Portugál
y
confina con la ·provincia del Río de la Plata, muy
cerca de dicho puerto de Buenos Aires, y ansí, diri–
giendo su camino al Brasil, a.guardan allí sus como–
didades, conque ocultamente pueden hacer sus en–
tradas y salidas.
((Lo segundo) que para hacer· las dichas entradas
no tienen que temer al Santo Oficio de la Inquisi–
ción, porque desde el Río de la Plata hasta la ciudad
de Lima hay por lo menos más de 700 leguas, que
las cuatrocientas dellas, aunque son muy dispuestas
y
con caminos abiertos para caminar, tienen muy
pocas ciudades y partes adonde pueda haber minis–
tros del Santo Oficio de quien puedan ser visitados
y
reconocidos,
y
ansí les queda libre paso
y
con muy
grandes comodidades para entrar
y
salir
y
contratar
encubiertamente
y
aún descubierta, como lo hacen. ·
«Lo tercero, porque estos portugueses cristianos
nuoYos de judíos entrantes y salientes en las provin–
cias del Perú son muchos de ellos ricos
y
poderosos
y muy inteligentes en todo género de mercadurías y
negros, ·que. ocultamente
y
con otras colores
Y.
trazas