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esmeren,
y
atiendán en repetir
y
hacer memoria d4t to–
dos los mas principales pasos de la sagrada pasion, co–
menza.ndo la Yiasacra desde el primer paso de su dolo–
rosa pasion, que fué el prendimiento estando orando en
el Huerto; y aunque se añadan .una
ó
dos
'estaciones
mas de las que se usah
~n
lqs libros de la
Via~acra,
es
muy propio del Instituto de las
N
azarenas aumentar–
la,
y comenzar por la oracion del Hue:to, en la
cual
nos dejo nuestro amantísimo
J
esus' el perfectísjmo ejem–
plo de resignarnos
en
la voluntad de Dios en los ma–
yores ·trabajos· y persecusiones, como lo hizo su Mages–
tad Divina, resignándose
y,s'ujetándos~eori
libre, espóa–
tánea
y
pronta voluntad á que se hiciera la voluntad de
su Eterno Pa&.re y· no la suya, en
~odo
cuanto fuera de
su
agrado.
·
Advirtiendo y notando, que el ·mayor cuidad& y
des–
velo. que en la .ejecucion de andar, y ·repe'tlr los pasos
de la pasion. y muerte de nuestro Redentor .se pusier.e,
es muy de la
obligac~on
de la
:Mad1·e fundadora, y de
las Preladas que én adelante fuer.en,
y
de todas las que
fueren
N
azarenas.
,
'Porque .asi' como Lucifer, nuestro enemigo capítal, con
· su
infernal cuadrilla,
y
los que sigue¡¡ ·su rebelion
y
bando
in~eh1al,
prócuran con todas sus fuerzas y astu–
cia.s, borrar de la merrí,oria
y
conocimiento
1
de todos los
mortales hij
o·s_de Adanlo
infinito que padeció nuestro
Redentor y
Salvad.orJ
esus
N
azareno en el discurso
de su santísima vida,muerte
y
pasion, y el infinito amor
con que lo padeció para bien de los mortales; y como
nu·estro enemigo capital, por lo
m~cho
que le interesa
y
gana en que los mortales olviden este infinito beneficio,
esta dolorosa
y
afrentosa pa.sion,
est~
divina
y
sobera.–
na.
redencion de nuestro
divino
Redentor, y con este ol–
vido sean mas ingratos, sean
n:uts
infieles
á
su
Criador
y
Redentor, y·se haga.n mas
indignos
dé
sus misericor–
dias
y
de su divina
gracia,
pa.raganar
y
merecer . tan
soberana
y
d'vü,a.
reden,cion.
~
Asi pues, para m1yor glaria, honra
y
'Se;vicio de Dios,
'·