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bllcar lo mucho que padeció nuestro divino Rede,ntor
po.r ·salvarnos,
y
sati·sfacer la ofensa hecha
al ' S~:ñtísit:no
..
S.~ñor
Dios Nuestto
1
C
riador del.éielo
y
tietra, especial- :
IQente en el discurso
y:
tiempo.desu doloro'sa
y
afrento–
sa;muerte
y
pasíon, pa
ra que sirviendo el santo .Institu–
to
á
todos los mortales, hereges, gentiles, judíos, moros
y
malos cristianos de predicador, que recuerde conti–
nuamente la venida
y
nacimiento de Nuestro Señor J e–
sucristo J esus Nazareno, su . santísima. · vida, pasion
y.
muerte, resurreccion,
y
gloriosa ascension,
.y
venida
á .
1
•
juzgar todos los mortales con pompa
y
magestad al fin
del mundo; los malos cristianos sean menos malos, las
culpas sean
men~,
el Señor 'servido,
y
nosotros mas •
agradecidos;
l~s
Judíos se conviertan
y
deien sus
~r~o
res; los SectariOs conozcan sus errores
y
~alas
opm10...
nes; los l\'loros conozcan su torpeza
y
ceguedad en que
viven
~~gados;
los Gentiles participen de la luz del
~va~gelio,
y•
toda la tierra se llene del conocimien–
to~ cierto
de la venida
y
naci'Ip.iento del verdadero Me–
sí~s;
y
lo inmenso que padeció en el discurso de su :
p.asion. ,
~
<
Asi como la regla de San Benito, Santo Domingo,
San Francisco
y
otros fundadores de :religiones, tienen
por regla, instituto
y
profesion las reglas é institutos
que les dejaron sus fundadores
y
padres an.tiguos; asi
pues, este colegio evangélico Nazareno, este In¡;;tituto
Nazareno, tiene
y
elige por su regla, instituto
y
obser–
vancia, hacer memoria
y
manifestar al mundo la venirla
del verdadero Mesías, Jesucristo Dios
y
Hombre verda–
dero, cómo fú.é concebido por obra del Espíritu Santo
e11las entrañas de la Vírgen Nazarena, sus milagros
y
doctrina, su santísima vida
y
<lolo~;osísima
muerte
y
pa–
sibn, gloriosa resul!recGion
y
admirable
y
divina
asce~cion. Y especial
y
señaladamen~e,
lo
m~lCho
que padeCJÓ
nllestro divino J esus, Maestro
y
Señor, desde que le
prendieron en el Huerto de Getsemaní,
y
le llevaron
preso hasta la casa de Anás, de quien fué remitido
á
Caifás,
y
de éste
á
Pilatos, quien lo·remitió ·á H;erodes,
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