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=-

13

üe Paris

y

á

la facultad de teología;

y

an1bos inforn1eg

fueron adversos á la compañia, reputándola por

peli~

grosa respecto de los curas

y

de los obispos

y

aun res–

pecto de la fe, capaz de turbar la paz de la Iglesia,

y

n1as propia para destruir que para edificar;

y

que pues

dicha órden tenia tambien por objeto ir á predicar el'

Evanjelio

á

los infieles, bueno seria que,

á

imitacion:

de los caballeros de Rodas, se colocasen en las fronte- ·

ras de la cristiandad. La compañia tenia

á

su favor la

corte; pero en contra al parla1nento,

á

la universidad

y

al clero..

La Asan1blea de Poissi admitió

á

los jesuitas, pero

de una n1anera condicional-no llan1arse con1pañia de

de

J

esus-no hacer cosa alguna en perjuicio de los obis–

pos, cabildos, curas

y

universidades- confonnarso

á

las disposiciones del derecho con1un-renunciar todos

]os privilegios,

y

en caso de obtener otro, todo lo dicho

seria nulo

y

sin efecto.

r~osjesuitas

infrinjieron varias–

de estas condiciones; se llan1aron

sociedad del nombre de

,Jesus,

y

se ganaron al rector de la universidad, que con–

cedía por sí solo clandestinan1eute cartas de escolares;

paso vituperado por la universidad, la que hizo intin.1ar

á

los jesuitas, que no enseñáran públicamente: enton–

ces emplearon el tono de la súplica. Pero vueltos en

sí,

y

citados por el rector, se negaron

á

r esponder

á

va–

r ias preguntas, sino que eran

tales cuales

los habia non1-

brado el parlamento. La universidad poco satisfech9¡

de tal conducta, negó

á

los jesuitas su demanda,

y

no

los adn1itió en su seno.

14. Quien viese en1peñados

á

los jesuitas en intro–

ducirse á la Francia, contra la volnnta.d del clero,

de

la universidad,

y

del parla1nento, invocando sieJnprc

Jas fuerzas del poder, hallaría una sociedad de hon1bres

políticos, conocedores del mundo

y

de las n1aniobra11

que se acostun1bran en

él,

para conseguir

lo

que se

intenta, hon1bres instruidos, capaces de enseñar, t e–

naces en su propósito hasta la altivez,

y

dig nos do

muchos non1bres, pero no del de

con~pailia

de J esu.s.

Protestaron su obediencia á lo dispuesto en la Asan1 -

blea de Poissi, confirmado

y

Jnandado ctunplir por el

parlamento,

y

sin e1nbargo to1nau el non1bre de

com–

pafiia

del nombre de

.Jesus

contra la prohihicion de

~luma~so ~?mpafiia_

eJe

J_~su~:_

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