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'ló
rnancbada. Los
parientes
de
la
vktirna se
1wese.n~
taron al rey Carlos III. pidiendo la relwbilitaciou de
·su
1nen10ria;
y
el
rey,
·"conforme
á
lo que resultaba
-dcl .proccso,
que exan1Ü1Ó
el-Consejo con
la
1nayor cs–
ernpulosidad, le declaró
á
1°. de Ab.ril .de 1779, por
·inocente
y
.leal
·y
recto nliuistro." Concedió al.n1is1no
tien1po
UIUl.
pension vitalicia
á
D~
tClara María
de
V
urgas
y
á
su ·hija
D~
Juana
l\faría
Cárdenas, perte–
necientes
á
'la fan1ilia, sobre las ten1porali.dades de ]os
ext.inguidosjesnitas.
D.e
.esta
.n1ancra,
]os
n1ªjistra.dos
·de la
posteridad
pudieron .exanünar con Jnas in1par–
cialidaü los sucesos,
y
.hacerse .cm·go de cie.rtas cir–
.cunstancias, en que no
ll~garon
'á
:fijarse los ojos .preo–
cupados de'los
conton~poráneos.
Por
últilno,
la
.nle–
'lnoria del señor Antequera debe tener para nosotros
l.Hlinteres particular: fné peruano, .nació en Lima..
.,.Jóvenes poetas; ved ahí un asunto interesante
y
fe–
,.(~unclo
para
la con1posicion
Je tu1a
tnúédia.
ARTICULO XIIII.
.1\'Iisiones tlel
Pa1·ag·uuy...
127. N
o han sido los padres
de la
·Compañia
lo~
'·pri1ncros n1isioneros en el Paraguay. "Es con1 un
é
in–
uegable trudicion que relijiosos de otras órdenes, eo-
1UO
Fr. Alonso de san Buenaventura, Fr. Luis Bola–
ño'S
y
san Francisco Solano redujeron
y
convirtieron
it
nuestra santa
fé
nnn1erosa
n1nltitud
de infieles,
y
los mantuvieron,
hasta
que los padres
de
'la con1pañia,
con su grande política
y
sagaciaad
~e
introdujeron en
aquellas partes n1ucho despues de la eonqu.ista,
y
se
fueron an1parando
p~co
á
poco
.d~
aqnelloB sitios
y
naciones qne hallaron
ya
cristianihadas."
En la obra hacen1os un extracto de lo
que
esci·i–
hicron,
acerca del rfjin1en interior de las 1nisiones
del Paraguay, el P. CharleYoix,
:r
otro
ex-jesuita en
(lifercnte sentido.
Lo
omitin1os, por no est.eudernos
1ernasiado,
y
por~ne
creen1os
no hará
falta,
en cuanto
.:.1
los
datos r1ne
deban -tenerse ele estns n1isiones,
pre~
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