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toria esplien.cion, al servir de muestra del absolutis·
mo del P. general, qua todo lo sabia, y en todo babia
de tomar parte, por · insignificantes que fuesen los
asuntos,
y
sin embargo pendientes todos ellos de su
voluntad. V crfm. tambien nuestros lectores, sl''€n las
murmuraciones que hacian los seculares de la con–
ducta de los padres jesuitas, y respecto de las cuales
indicaba oportuno remedio el P. general, no se divi–
saba un fondo de realidad,
á
.vista de los hechos an–
teriormente referidos, y que podia quitar
á
las mur–
muraciones el nombre de calumniosas.
377. En la primera página se encuentra una carta.
escrita en latín el 12 de Octubre de 1601, previniendo
que se remitía una
c1jra
que habia de emplearse en
lo sucesivo al escribir los provinciales al P. general,
dejando la antigua que antes se usaba. En las tres ho–
jas siguientes está la clave y su esplicacion.
En carta de 29 de Julio ele 1602, se leen á la vuel–
ta de la págiua 5 y principio de la
6~,
las frases si–
guientes.-"Deseo que demas de los exámenes ordina–
<< rios, hagamos sériamente exámen de nuestro modo
ce
de 1)roceder, buscando con mucho cuidado, si de
<< nuestra parte damos alguna ocasion para que nos
«vengan estos trabajos. Quiero poner un ejemplo:
<<murmuran de nosotros como de gente muy entre–
«
metida en negocios seculares; que nos ocupamos y
<< distraemos demasiado en visitas y conversaciones;
ce
que somos libres y amigos de novedades en la doc–
cc
trinas; que somos avaros y deseosos de hacienda,
ce
amadores de la honra y propia estima; que habla–
ce
mos y juzgamos facilmente de los hechos aO'enos:
«
las cuales faltas y otras semejantes, divulgadas de
ce
nuestros émulos y malévolos y facilmente creidas
<< del mundo, no se puede facilmente creer cuanto ha–
«
cen odiosa una religion; y si hay alguna ocasion
ó
ce
fundamento de nuestra parte, de ahí nace que nues–
cc
tros devotos
y
amigos, comenzando
á
hacer reflexion,
«
hallan y notan cosas, que les hace resfriar notable–
<(
mente. Por eso es necesario que considere
cada~