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Evangeli.o
y
la naturaleza., el bien..
y
el mal.
Un
paga~ismo
sutíl
~
hipócrita está .
i_nfiltrán~
dose en el organismo
~.ocié}l,
prqduciéndo la
di~
solución
y
la muerte. No ,hay que e.ngañarse,
~1
paganismo
y
el catolicismo se disputan hoy
el campo, y en esta lucha de consecuencias tan
colosales, no es la fuerza bruta la que vence
sino la que viene de lo .Alto por la oración
y
la penitencia, y esta es la misión de la Vene–
rabie Orden Tercera. .Ahora 'bien, el conocer
las
llaga~
de la sociedad·y aplicarles el r eme–
dio que han menester para su radicalcuracióo,
no es
d.elresorte de par.ticulares individuos
destituidos de lejítima misión y
auto~idad,
sino
del magisterio de la . Iglesia ejercido ·pdr su ca–
beza, el.. Pontífice, .
á
quien asiste el Espíritu
Santo para que no yerre en ia adopción de los
medios de salvar á la pobre
humanid~d.
Y bien :
el Pontífice reinante señala muy bien en su
Encíclica
".A11;8picato,"
cuáles
y
cuán mortales
sean las
~nfermedades
del siglo actual
¿y
qué
remedio señala para su curación? oigamos aten–
tamente las palabras de. Le·on XIII:
"Tengo
la
lfi1.4S
firme convicción,
dice,
que en nuestro siglo
es
la
Te·rcera Ordeñ de San Franci,sco el ma8
efi–
caz remedio para curar los males presentes,
y
el
mejor
modo de
conducir
al
mundo á
W,
verdadera
y sólida práctica del
Evangelio."
Estas palabras
del Santo Padre· son muy _terminantes; así se
.espresa dirigiéndose
á
sus hijos; por lo que en
lugar de comentarlas solo diré de corazón:
e.l
que
t~nga
oJos para ver, vea; y el que tenga oidos.