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de las reglas de una verdadera hermandad,
causando ruina ,
y
escándalo
á
los Católicos,
y
detritnento en la conversion de los Infieles.
Con el mistno escándalo ,
y
detrimento
son mu){ freqüentes las emulaciones entre los
Párrocos seculares por razon de los emolu–
mentos parroquiales ; pues para conservarlos
proceden algunas veces con tanta violencia,
defendiendo que les deben estas obvenciones
los Indios ,
y
gentes llamadas de razon , va–
gos ,
ó
forasteros, que siendo naturales de
aquellas Provincias , se pasan
á
vivir
á
los·
Pueblos en donde los Misioneros administran
los Sacramentos .,
y
dan el pasto espiritual
graciosamente··,
y .
sin llevar ningtin estipen-·
dio ; que se atreven rnuchas veces
á
vitupe–
rar ,
é
injuriar al Misionero , que los admité
en sus
P~eblos
;
y
ademas de esto haciendo
recursos
á
.los Vicarios Episcopales, estos ex..
pidiendo sus manda-mientes sobre ello, en–
vían executores, los quales
á
su arbitrio exi–
gen los emolumentos contra la voluntad de
los que los satisfacen : de lo qual resulta,
que
aquellas míseras gentes freqüenten1ente se vean
precisadas ,
ó á
pasarse de una
á
otr~
Pro–
vincia ,
ó
á
huir
á
los montes., por no expe-