PoR\MANUEL
M.
SALAZ.AR.
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momento la oposición
~ntre
el Papa
y
el
U,ey
se convirtió en lucha obstinada:
B@–
nifacio declaró hereje8
á
Jos que no creye–
ran que
Jos Reyes
estaban
~ometidos
al
Papa en lo espiritual y temporal; y Felipe
hizo
declarar
eB lGs
Estados Generales
la
independencia de) poder real
y
mandó pu–
blicar los más violentos escritos contra
.Honi
facio, imput.ánllole blasfemhits, h.er.e–
jías
y
vicios. Se p1·eparaba el Papa para
lanzar contra el Rey su excomunión, que
1-Jin
duda
hubiera
ocasionado un cisma,
cuando fué sorprendido en A.gnani por No–
garet Canciller de Felipe,
y
Colona ene–
migo de Bopif' cío, qtte ac 1upa-ados de
!ioldados,
s~
r@a
el
~neian0
Políl-
tífioe, le
insultar
y
a@ofetearon; y
aun-
que el pueblo
tó
de
su~
enemigos
y
le condujo e
'°'
•
Roma, ll'@nifacio
110
pudo
restablecer sn ánimo abatido ·por
tantos ultrajes
y
.muríó
á
los 80 años de
edad en medio de trasportes de ira. Con
él termiuó el omnímodo poder de la Santa
Sede. Le sucedié Benito XI, que exco–
mulgó
á
los
autores
deJ
atentado
y
que
po–
co despnés murió envenenado.
Cle111ente
V,
Cantivida.tlde
B11bilonia,
Sn–
Jlresión
fle los rre1n¡llaTios.-A la muerte de
Benito XI, el partido francés intrigó en el
cónclave
y
fué elegido Beltran de Got Ar–
zobispo de Burdeos que tomó el nombre de
Clemente V [13051. Este Pontífice, que de–
bía
su
elevación
á
la influencia francesa,
·'