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liiSTORIA
ECL~SIASTICA
Sf)o
con
igual ansia en
las fuentes
de
la cieneia
XVII. eclesiástica ; pero
estos
mana~riales
no
p~
dian estar
abiertos sino por
el ec;tudio
de
la~
lenguas antiguas'
ácia cuyo
9bjeto
se vol·
viéron los
á
nitnos
con
actividad.
Como
la
lengua santa reune
todos los tÍtulos
que pue–
den
y
deben
a~egurarle
la preferencia,
que
e s decir , la antigüedad , la dignidad , la u
ti.,
lidad, con1prehendiéron que sin ella en
vano se
li sonj earian de conocer el verd&dero sentid ,
d e los escritos revelados ,
y
por
con~iguien· ,
t e
los
d
gmas
que
encierr~n
:
y
c0mo en
el.
abuso
de la Escritura ,
y
en la interpretacion
en favor de
los
término~
de que ella se
sirve
consiste el d a r los
hereges
de aquellos tiem–
pos
~ u ~
o piniones ,
un ayre de autoridad.
que
se
le a tribuye,
se conoció
quán
impor–
t ante seria quitarles este medio de seduccion,
Se dedicáron
~nuchos
Sabios
Eclesiásticos
al
e studio
d el hebreo ,
sin que los acobardl–
sen las dificultades
de
que
está
sembrado
es te estudio en un
tiem.poen que faltaban
los socorros
que se han multiplicado
des–
pues. El conocimiento del
idioma cond
uxo
á
la
inte ligencia del texto ,
y
con esta lla–
ve se
entró mas
adentro que
~e
habia hecho
j
mas en el Santuario de la Escritura, alej Jn–
do por confror.
tacione~
y
o b servaciones , eu–
) o lTienor m éri to er.a e l de Ja
~agacid a d,
to–
d o
l o
qu: había
Clusado
c.: rnbarazos
á
los
I n-
'
ter-