GENEltAL.
~
8
1.
~ando
por las
m-as
antiguas
y
descendiendo
Siglo
•
1
hasra
nuestro
ttempo,
segun
el
curso
de
los
XVII.
siglos :
pero
este · estudio tiene sus .
difi
eu
l-
udes , ·
y
no
se
puede
prom.eter en
él pro ...
1greso
alguno sin llevar delante de sí el blan-
dan
de la
crítica :
y
no siendo
así
no
se
podrian
distinguir los verdaderos
escritos
de
los
Padres ,
de
los
que
falsamente les
atri–
huyéron ;
y
en
los
que
saliéron
incontesta•
blemente
de su pluma, no se podrían cono–
cer
tan1poco
los Jugares en
·que
el texto de
sus
obras
fué corrompido\ por la igt;oran•
cia
Ó
la
ma1ignidad. De allí se seguiria
que
estariamos
expuestos continuamente,
ó
á
abra–
~ar
por
la
doctrina
de
los
Padres ·,
y
taro–
bien
por
la
de
la
Iglesia opiniones que no se·
.adoptáron ,
6
á
mirar como
sospechqsas
de
:error
las aserciones ,
cuya certidumbre se
·e-sforzáron
á
derribar los e,nemigos de la Fe
·con
la autoridad
mal
aplicada de a)gun es•
:critor
res.petable de la antigüedad.
:
Para
evitar ambos inconvenientes ,
y
otros
:muchos
que
se originan
de
_la
ignorancia,
!Se
dedicáron desde lt:Jego
á
discernÍ_~
las ver–
¡ dade~as
obras de los
Padres de una n1ul •
ltitud
de
escritos ap6crifos condecorados
p0r
la
temeridad de los fal-sarios con los
nom–
bres m
a~
eélebres en ]a
Igl~sia.
Des
pues se
purificó el
texto de
las
obras ciertas ,
co–
tejándole
con
los
mas antiguos manuscritos,
y