CENERA~.
Z5J
rlente
de la
Real
H~cienda.
Mostr6 en
su
Siglo
~uventud
buenas
disposiciones para las cien- XVII.
~ias,
y
hizo
todos
sus
estudios con
una
dis-
tlncion,
que
le
.daban
á
conocer como un
sugeto
propio
para.
desempeñar los
m
a
y
ores
fUeStOS,
Y
honrarlos.
Qual)dO
le
graduár~n
pe
Doctor
en
1
6 54·
s.e
dió
á
conocer
entre
~s
hombres
con todo
el esplendor que dan
l
-e
sí
el
nacimiento '
las
riquezas
y
el fa-
JOr,
particularmente
quando se sostienen
por
rl
talento
y
por las prendas amables. Aco-
/
1ido
y
buscado por todas partes , dotado de
Lln
corazon
sensible
y
de
una
ínclinacion
activa
á
los placeres , se entregó
á
Jas
pasio-
aes
que ·en
algun modo se
presentan
ellas
á
las
personas .
de su carác.ter
y
de su cla-
se.
Se enredó
sucesivamente en
muchas d.e
aquellas
amistades , que el mundo disi1nula,
porque
son contrarias
á
la
moral del Evan-
gelio,
y
aun mas
á
la santidad del
Estado
en
que se
habia metido.
En
medio de
esta vida
de
pasa
tiempo
y
Dlisipaciones
continuas .el Abad de Rancé ex–
perimentaba
inquietudes
y ~
ren1ordimientos,
que le quitaban el reposo. Algunos acciden–
tes en que corri6 riesgo. su vida ,
y ,
de que
~\l
se pudo
librar sino por. una
proteccion
iensible , de
Dios
para
con
él,
diéron
á
las
reflexiones
que hacia de quando en q uando
¡obre el
estado
· d~
su
concien,ia
mas
fuer-
za