'2
5.6
HISTORIA ECLESIASTICA
Siglo
y
la abundancia ,
y
que se ha
continua
1
~VII.
hasta
nu.estros di
as
en esta santa casa
sin s
n
ñales de relaxacion, es uq . silencio
profund
~~~
y
continuo,
ayunos
freqüentes, una
absti~a l
nencia de por vida
1
oficios c.1ntados con
pau:r¡((
sa
y
recogimiento de di a
y
de noche,
un~it
obediencia
que
no conoce la
voluntad
pr~c
pia en las
cos.aschicas
y
grandes , una
pri..jo ¡
vacion abso luta
y
universal de todo
lo
qu ·
1
no es
lo
mas necesario, un trabajo
penos
:00
cuyo descanso único es pasar de un exercic·
1
á
otro,
y
por abreviar, una penitencia
"e~ ¡Ul
mortifica igualmente
todos los sentidos d
~e.
'
cuerpo
y
las
p!Jtencias
del
alma.
Es
tlll
mi•l\0
lagro continuo por el qual se diria que
Dies ¡~
1
se.
complace en n1anifestar cada día
por
nue·
11
vos exemplos el poder de · su
grada,
y
liJ~
1
~fectos
de su
misericordia,
y
lo
mi~o
d ·
1
cimas de la Abadía de Sietefuentes, en
dond
se
esta.bleci6
la n1isma
reforn1a
año de
166
3 .
Los
Santos .mo.radores
de
estas
dos
soledade
harían
creibles todos
los
prodigios
de la an·
tigua
Tebaid~,
si
los
monument-os
que
nos
ha transmitido de ellos la historia fuesen du–
dosos 6
sospechosos
de
exágeracioó:
Baile
ha
dicho
q :..1e
la vida
piadosa de
P.tscal
era
mas capa z de desarn1ar
á
Jos
impios,
que
veinte sermones contra la
in1piedad.
Si
este
pensamiento es cierto
¿qué
prueba mas fuer–
te en favor de
l~
R.eligion
que la vida
toda
an·