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o
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XVI
f.
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HISTORIA ECLESIASTlCA
por parte de la Corte , el deseo de la ven
ganza hacia mas fervoroso su
zelo.
El
Du
que de Rohan,
el
Señor mas rico del Rey
no,
y
el
n1~s
sinceramente devoto
á
su par
ti
do: por
Ú!
titno, la T resnouille , So
u
bis~
Chatillon,
y
otros muchos de las casas
ma
ilustres, con quien se
habiJ.
unido una no
bieza innun1erable
y
valerosa. Los pretendi
dos Reformados, soste·nidos por personas
d
tJn alt:t gerarquía,
y
de capacidad tan ge·
neraln1ente conocida, pensáron en aprovechar
se de
la
maia inteligencia que habia entón
ces entre la Corte
y
los Grandes. Juntárons
en S:atmur el año de
1
6 r
5.
con benepiáci
to de la Reyna para deliberar sobre los
ne~
gocios gener:.des de su Comunion,
y
sobr1
el
modo de portarse en el estado present1
de
las
cosas. Esta junta fué
n1uy
sosegada .
porque
el
MJriscal de Bovillon queria lle·
varse bien con la Tutora,
y
el
Ministerio
que le habian hecho magníficas promesas, )
que para conseguir su execucion trabajabar
en volver
los
áni1nos de un modo conform< '
á
sus ideas. Proponíase manejar las delibe·
rJciones de modo que fuesen agradables
~
la Corte, sin ser contrarias
á
los
interese~
esen ci-1les
de su partido. Para conseguirle
conl:lb:t con
la
sutileza de su ingenio, cor
los
n1edios que le proporcionaba
á
tiempc
en
los
casos arduos,
y
con el valimientc
que