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HISTORIA ECLES.YASTICA
Siglo.
en
quanto
pudiesen, de los
apuros
·en
qu
XVII, ponian
á
la Tutora ,
y
de
las otras
turb.
cióne5, que
son
las
resultas regu1ares
de
nr
menor
edad. El
Ministerio no se
alucin6 c<
las
protestas de
zelo
y
de fidelidad
con qt.
el
Congreso
acompafi6
sus
representacione~
Despreci6 sus
súplicas , que contenían
2
~ ,
artÍculos, como
exorbitantes ,
ÍnlportUflO) e·
las
circunstancias
actuales, destituidas
de
to1
do
fundamento
racional ,
y
contrarias
al bie
del
Estado.
Se'gun la
disposicion en
que s
hallaban
los ánin1os,
no
se necesitaba mas
pa
ra indisponerlos
y
hacerlos rebelar.
Todo
es
to
que
acabamos
de
referir
había
pasado
'e
año
de
16
1 1.,
y
desde el
siguiente los
CaJ ..
vinistas., animados
y
apoyados por los otro
malcontentos, empezáron
á
alborotarse
er
San Juan
de Angel
y ,
en
la
Rochela ,
y
er
algunos otros parages. Es cierto·, que esta!
d
1
•
no eran to
avta
mas que unJs conmoctone!
pasageras, que
se
apaciguabJn
con convenio5
y
promesas ; pero no era dificil
de
conoce1
que esta agiracion, estos tumultos eran pre–
ludio
de
una tempestad, que
no
tardaria
en
romper.
El Rey
public6 el año
I
6zo.
un Edic-
. to, por el qual se reunia Bearne con la Co–
rona,
y
se
restituían
á
sus antiguos
dueños
todos Jos bienes Eclesiásticos de
esta
Provin–
cia, usurpados por los Calvinistas desde los
•
ttetn-