GENERAL.
)()I
estado en el Reyno , les
er~
demasiado
orable para
que
dexasen
de
tener
Ja
sa–
·idad
y
interes
de no
einprender
nada que
li~se
inducir
al
Gobierno
á
lin1itar
los
vilegios
que
habian adquirido ,
ó
á
pri–
los de ellos.
Enrique
los arna ba ;
h~1
bia
:ido ,
y
babia vi vido en medio de ellos.
~bia
á
su aficion v
á
sus servicios una
.1
··te de su
gloria ;
y
la
conquista
de su
·yno , fruto
de
sus
victorias
y
de su
pa–
cia ,
era
al mismo tiempo el de su va–
y
el de su fidelidad ; pero este Príncipe
dexaba
de
conocer
su genio inquieto
y
•vedizo,
su
inclinacion
á
la
independencia,
el hábito que tenian de abusar siempre
de
leyes
venta
josas ,
que las
circunstancias
hubieran proporcion:1do. Estaba
á
la
01i-
de ellos para
impedir
que saliesen de
los
nites que les había
señalado,
y
en
los
1ales
no
querria que
lo obligasen
á
hacer-
5
entrar otra
vez,
así
como un
padre
está
la
mira
de
sus hijos
plra
prevenir
las fal–
s, que tendria que castig::tr.
F.nrique,
mez–
lndo
diestran1ente
la
blandura
con
la
en–
reza, que
es
el punto de la perfeccion
en
grande arte del
gobierno,
sJ bia
contener
~ dos
los
partidos.
'"u
na administracion justa
vigorosa
es
de
parte del SoberJno el ver–
ldero
principio de Ja felicidad pública, por–
e comprehendiendo
igualn1ente
á
todo.s
las
el a-
Siglo
...
X\
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II.