GENERAL.
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las discordias habían de empezar por
ellos.
Siglo
')dos
querían hacerse necesarios,
ó
temi-
XVlL
~s,
hacerse temer para hacerse
estimar,
te-
~
parte
en las gracias ,
y
en las li beralid a...
~
que la
Tutora no escaseaba, para
com-
tr parciales.,
y
sobre
todo
en los negocios
cen
la
autoridad; pero e3tos movimientos
la am
bicion ,
y
de la
codicia ,
que ex–
·á
ron tantos al
boro
tos
en el
Rey
no,
hasta
Ministerio de Richelieu,
no pertenecen
á
·estro
asunto,
y
no hubieran1os
hecho
men–
)ll
de
ellos,
si
los manejos de la
Corte,
; marañas de los Grandes , sus quejas, sus
sgusto<~
,
y
el
aprieto
en
que pusiéron al
:inisterio,
no
hubiesen
excitado
á
los Cal–
nista~
á
alborotarse en las Provincias
en
')nde -estahan en mayor número,
y
muy
11
breve
~
tom:1
r
las armas.
Para su gobierno
tenian sugetos pode–
' >SO~
y
diestros, como
el Príncipe
de Con–
.é ,
que sin tenerles mucho cariño, se ha–
ia ligado con ellos, porque eran
á
propósi-
1)
para
servir
á
su
odio
c0ntra
el
Mariscal
e
A
ncre ,
y
á
su resenti miento contra
la
;obernadora, que no obraba "ino por in–
uxo de este de)preciable extrangero. El Ma•
lScal
de Bovillon , espíritu sedicioso
y
}i..
ero, afecto
á
los Protestantes por sus
prin–
ipios,
y
tanto mas zeloso de sus intereses,
luanto no habiendo podido
lograr sus
ideas
por