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G~mttALe
343
oiern~
y
de la
práctica
uni
vtrsal
de
todos
Si~lo
'
!os siglos, considera el estado a(tual
y
las XVII.
urgencias del gremio Católico en Inglaterra,
y
prueba , que si permanece mas tiempo sin
cabe·za~,
esto es , sin Obispos, no tardará
es-
ta Monarquía en causar su ruina total.
Sea
que
Gregorio XV hubiese visto
este
escrito
y
le hubiese chocado,
ó
que cono–
ciese
el perjuicio
que
podia
hacer
á
la Re–
ligion
Cat6lica
una equivocacion tan
poco
exemplar
enrr~
los Ministros que trabaja–
ban. en esta mision, resolvió enviar un Obis–
po.
Su eleccion recayó en
Bishop,
Doctor
de Sorbona,
muy
acreditado en Roma, en
don_de ha bia
re ~ idido
a!gun
tien1po
como
Diputado
del Clero ·de Inglaterra. Consa–
gró~e
el año
16
2;
con el título de Obispo
de Calcedonia
y
(Jcultades de Ordinario
para gobernar ]a Iglesia en calidad de
De–
legado
de la Santa Sede. I-1abiendo muerto
este Prelado poco tiempo despues de su con·
sagracion, nombr6 Vibano
VIII
para
suce–
der1e el
año
1
6
2
5
á
Ricardo Smith, uno de
los
Teólogo~
mas doctos,
y
de Jos Eclesiás–
ticos mas
virtuoso;
que babia entónces en el
Clero Roma
no
de Inglaterra. Consagr6se
como
su
antece~or
cop el título de Calce•
donia , con las mísmas facultades
y
carác–
ter de Vicario Apost6Iico. Inmediatamente
que este Prelado
entr6
á
eocercer
las
funcio-
Y4
nes