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l .
,nquísti~
,
y
ser
el
pacificasor de la Euro- Siglo
t ,
mas bien que no
el
terror
de
ella. Luis,
XVII
Jr afecto
á
él , lo admitió por
Medi~dor,
en fuerza de diligencias suyas se firmó Ja
az en Aquisgran
á
2
de Mayo de
166 8. ·
~n
el artículo IX. dirémos qué hizo el año
guiente para facilitar
á
la
Francia otra
paz
:>davía mas apreciable , que se llamó de
~u
ombre. Entónces referirémos las circunstan–
ias que precediéron
á
este feliz suceso ,
y
1
.
. '
All' d
'
/
as
que
o stgu1eron.
1
aremos
a
cono-
er
mejor aquel rasgo de franqueza
y
si~
..
,licidad noble ,
que distinguió
á
Ciernen–
e IX: entre tocios
los Pontífices Romanos
!el Siglo XVII. A este artículo remitimos
á
os
Lectores,
para
excusar repeticiones.
Clen1ente IX.
hizo
grandes
esfuerzos pa•
ra
procurar socorros
á
los Venecianos con–
~ra
los Turcos ,
gue
continuaban
el
sitio de
,Candia. Deseaba que
todos los
Príncipes
Christiapos hiciesen paz entre sí ,
y
desistie–
s~n
de
las pretensiones, que armaban
á
unos
contra otros ,
á
fin ·de unir sus
fuerzas
pa–
ra
abatir
el
orgullo
de
los Otomanos ,
y
pponer
una barrera
~
sus progresos. Nego-
ciaba con ·rficac'ia por medio de sus Minis–
tros en todas las Cortes de la Europa ,
y
110
cesaba de representar que la empresa de
los Turcos contra Candia no era una guer–
ra
particular ,
cuya
peso hubiese de
llevar
R
3
so~