· GENERAL.
I
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~
bia' muchos
á
quien
sucedia -esto hasta cin-
Siglo
J
ó
seis veces seguidas ;
y
despues de to- :XVII.
as estas alternativas , no
era
muy
extraño
erles
acabar
sus dias
en una
·cárcel,
6
mo-
r ahorcados.
Para convencerse de
estas mu–
Lciones
perpetuas ., de que eran la
verdade•
t
causa la aváricia por un lado,
y
la
am–
icion por otro., no hay mas que pasar 'la
ista por las tablas .chronol6gicas, en que
ernos
de lineado la sucesion de estos Pre–
Ldos , siguiendo
los Escritores mas acredi...
tdos,
y
los monumentos mas·
verídicos.
En medio
de
esta
instabilidad, que re–
ucia
á
los
Pastores
á
un estado tan preca–
[o ,
y
tan movible , era imposible que
cui–
asen 'de su rebaño cqn aquella continuada
iligencia
y
solicitud que no
se
pueden ex–
usar sin faltar
á
las obligaciones mas esen–
iales
del
cargo pastoral.
Conú~ntábanse
con
¡
esempeñar las funciones exteriores de su mi-
l
isterio , ,
y
todo su gobierno
se
reducía
á
1antener
la
observancia de ciertas reglas de
isciplina ,
que hallaban establecidas ,
y
que
o habian variado
desde los
prirperos
si~los;
arque los Pueblos
de
Oriente son constan–
es en sus usos ·,
y
las máximas que ha con·
agr~do
la
antigüedaq
·pasan --
de e.dad
en '
·dad sin
ninguna alteracion ,
y
son
para
ellos
espetables
en
todos tiempq_s. De .esto
dima–
Ja , que . las
mudanzas de los Obispos , que
·
· K
3
,
su-/