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HISTOltiA ECLESlASTICA
Siglo
clinaciones
naturales. El
año
16
99
hizo
la
XVII.
paz
en Carlowitz
con
el
Emperador,
los
Venecianos,
la Polonia
y
la H ..
u~ia.
Cada
una
de
estas Potencias ganó en
ella
alguna ·
cosa ;
y
á
este precio fué con1o el Sul tan
pudo adquirir
una quietud , que
prefería
á
la
gloria
de
las
conquistas
y
al acrecenta–
miento
de
su Imperio.
En
el
tiempo de
los
Príncipes
do
que
acabamos
de hablar,
estuvo
siempre el Chris·
tiani sn1o
en el
mis1no estado
de opresion en
que lo
hetnos visto el
siglo antecedente.
El favor , el capricho,
las
inteligencias,
y
sobretodo, el
dinero ,
creaban
ó
derribaban
á
los
Patriarcas
y
Obispos;
abrian,
ó
cer–
raban
]as
Iglesias; hacian
admitir
Ó
perse–
guir
á
los
Mi sioneros. Las revoluciones del
Patrilrcado de Constantinopla,
y
de
las otras
principales Prelacías
fuéron
tan
freqüentes,
que
los
eruditos que
se han dedicado
á
des–
enmarañar
la
historia
de las
Iglesias Orien-·
tales, no siempre han
conseguido,
á
pesar de
todas sus diligencias , señalar de
un
n1odo
cierto el 6rden de la sucesion de los Pre–
lados ,
y
determinar el tiempo
que cada
uno
de
ellos ha ocupado
su Silla.
Los
mas no
han
sido sino
una sombra. A
pénas
hlbian
tomado el
gobierno
de
sus Iglesias ,
quan·
clo
eran
echados ,
ó
desterrados ; por
lo co...
mun volvian ,
para
ser
otra
vez
depuestos:
ha-