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ór.ofo
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ULTIMA ORACION
(Para todos los dí!!.s)
No lo dudo, Dios mío, escucharéis mi
· plegaria, pues mi deseo es serviws fielmen–
te
lo que me queda de vida. Mientras
mayor ha sid0 mi tardanza para darme del
todo á Vos, mientras más mezquino he si–
do en corresponderos á vuestro amor infi–
nito, mayor es mi voluntad de ser genero–
so en adelante, de no amar sino á Vos
y
de sacrificar otro cnalqwiera afecto pospo-
, niéndolo al vuestro y dirigiéndolo á Vos.
Sí, Jesús mío, mediante el auxillo de la
g~acia,
ese va á ser todo ,mi empeño, todo
mi
anhelo. Corran
los mundanos, en su
desdicha, ttas los placeres, tras las rique–
zas y los honores, que yo no quiero seguir
sino vuestras huellas, recorrer el camino
que me habéis trazado, ir siempre en pos
de Vos, que sois mi contento, mi riqueza
y mi gloria. -Amen,