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irregul::tr cual rernedo de las huelgas europeas

pn~cursoras de las revoluciones comunista:;, itnptflsada

por el mal ejemplo internacional puede por segtinda y

ulteriores veces to1nar creces

y

ostentarse hostil y

subversora. El gran freno de Ja R8ligion católica, que

anatematiza esas funestas teorías, se va relajando

á

proporcion de la creciente inundacion de las doctrinas

inmorales, heréticas é impías, que la pt:ensa nacional

y ultramarina arroja

á

nuestro continente.

Oorrornpe~

ránse, pues, á su influjo las buenas costumbres, de–

pravaránse las índoles mas suaves, desencadenaránse

las malas pasiones; la brillantez del lujo, los estírnulos

del sensualisrno y los halagos de una vida mecjda en

el reposo rl.e los deleites y placeres atizarán la avide:1.

del jornalero y propietario

á

medida que la insaciable

codicia

del rico avaro les cierre süs puños

y

retire sus

bra:1.os

para no hacerlos compartícipes de una holgura

ra

cional y proporcionacla. Y entónces, ¡,quién nos ase–

gura que ese mar bonancible, agitado por la violencia

de tantos vientos fuertes, de' repente no levante una

tren1enda borrasca, que 4aga naufragar el navío

social?

Hay pues, no nos hagamos ilusiones, hay una ne–

cesidad nacional, quA imperiosarnente exige una cor–

respondiente satisfaccion. El socialismo

y

comunis1no

es el cáncer funesto que sordamente se propaga.

y

corroe el gran cuerpo social ele qu'e sotnos parte,

y

su

existencia. se halla tanto mas amagada y es tanto rna–

yor el peligro de zozobrar, cuanto lo es la indolencia

con que se le mira y Ja apatía con que se le aguarda.

Señalar su orígen, calificar su naturaleza, analizar sus

tendencias, p

atentizar los medios de su propagacion,

caracteri:1.ar

sus consecuencias, medir, en fin, la lon–

g

itud, la latitud

y

]a profundidad de ese rno11struo co–

Josa], que tiende á destruir

á

tocla sociedad, religiosa,

civil y doméstiGa, para combatirlo en detalle, es ei fin

de este trabajo. Muy débil, sin duda, es nuestra fuer–

za para la consecucion de un objeto de tan grandes

proporciones. El mal es general, el peligro es cotnun,

y por consiguiente, para conjurarlo se necesita la

asociacion ele todos los elementos

y

la coopcracion de

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