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Pnno, Diciembre 20 de 1806.
Señor D. Carlos M. Elías.
Liina.
Muy Señor nuestro:
La estimable de
15
de Novie111bre del año en curso, dirigida por la
Comisión Permanente de la Obra de los Congresos Católicos del Perú,
de que es Ud. digno Presidente, la he recibido con el agrado merecí·
do, junto con un ejemplar de la •·Revista Católica".
Acusando recibo de dicha estimable misiva, reitero á Ud. mi firme
adhesión á la Obra de los Congresos Católicos, habiéndose instnlado el
prime1·o en 8 de Noviembre en la Capital de la República, teniéndome
por notificado de que la segunda Asamblea Católica Peruana se reuni–
rá en la ciudad de Arequipa en Hl9fl.
Reiterando mi sincera adhesión á la Obra de los Congresos Católi–
cos, como cristtano viejo, que profeso la Rehgión Católica, Apostólica
y Romana, me suscribo de Ud. su atento S. S.
Melrhor Patiño.
Cochahamba, Setiembre 4 de 1896.
Señor Presidente de la Unión Católica, D. Carlos M. Elías.
Lima.
Muy Señor mío:
Honrado con su carta circular fechada en Junio de este año, solici–
tando, mi concurrencia al Congreso Católico que debe instalarse el 8
de Noviembre del año en curso en Lima, con el objeto de aunar Jos
esfuerzos de los buenos hijos de la lglesia
para.ladefensa y propagan–
da de los derechos y libertades del Catol
icismo,me apresuro á darle
respuesta, manifestándole el puro goce experimentado al conocer tan
loable fin, que abre camino á la actividad ortodoxa en estas regiones
de Sud América.
Imposibilitado para asistir personalmente á acto tan solemne. supli–
co al señor Presidente y demás miembros de la Comisión Organizado–
ra, reciban mi entusiasta adhesión
á
todos los acuerdos y decisiones
del primer Congreoo Católico, que debe tener lugar en esa Capttal.
Al terminar la presente, tengo la complacencia de dar á Ud., señor
Presidente, y á Jos dtgnos Comisionados que Jo acompañan en obra tan
grandiosa, mi sincero parabien.
Reciba Ud. señor Presidente, los sentimientos de alta estimación y
respeto de su muy Atto. S. S.
Osear Quevedo.
Cochabamba, Setiembre 5 de 18f6.
Señor Carlos M. Elías, Presidente de la Unión Catolica del Perú.
Lima.
Señor:
Veo con júbilo que la norma de conducta de esa Ilustre Asociación
Católica es la doctrina de la Santa Sede, que entre otros medios reco–
mienda eficazmente la reunión de Congresos Católicos, para oponer un
fuerte dique al torrente devastador de la impiedad moderna. Los
P.S·