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cruz blanca al pecho ; Raimundo de
Puy
su su–
cesor les impuso el deber de ha cer la guerra
á
los infieles
y
redact ó los estatutos qu e fu eron
aprobados por Calixto Ir, quedando definitiva–
mente constit11i1la la órden
(1110.)
Compr endía
tres clases de hermanos : los ecl esi ás ticos, en
cargados de dar los socorros espirituales ; los
hermanos de. armas, ó caballeros, cuya mi sion
era combatir
á
los infieles
y
defender
á
los
peregrinos;
y
Jos hermanos legos, que debian
preshir los servi cios corporales . Esta orden con–
quistó con sus pro ezas
y
servi cios unn gran repu–
tacion. Despues de la pérdida de Jerusalem se
retiraron !os Hospitalarios
á
Rodas , isl a qu e hi–
cieron célebre con sus hazañas contra los turcos;
posteriormente se establ ecieron en
In
isla de
Malta que han conservado hasta fines del siglo
pasado.
Telllplarios
-
Hugo de Payens
y
Godo–
fredo de S. Omer, para favorecer en Palestina
á los peregrinos franceses, fundaron esta órdcn
que por el templo de Salomon tomó el nombre
de
templarios
(1118.)
Adoptaron estos el ves–
tido blanco con una cruz roja,
y
ad emas de los
votos mon ásticos, profesaron el de combatir
á
Jos turcos. El Papa Honorio
Ir
aprobó la órd en
y
San Bernardo les reqactó una constitu cion tan
severa, que les imponia el desti erro perpetuo,
Ja guerra sin tregua contra los infi eles y la obli–
gacion de aceptar siempre el _combate aunque
fuera uno contra tres
y
no pedi1· cuartel jamás.
Los Templarios se hicieron tan célebres guerre–
ros que los Príncipes les servian de escuderos