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isla, extinguieron tambien la verdadera
fé;
y
la Gran Bretaña permaneció perdida por mu–
cho tiempo para el mundo católico. Cuando
Gregorio el Grande fué elevado al pontificado
mandó
á
Inglaterra al monje Agustín, consagra–
do obispo de Cantorbery, con cuarenta misio–
neros. Llegados
á
la isla despleg·aron tal activi–
dad, celo
y
santidad que muchos idólatras se
convirtieron, entre ellos Ethelberto rey de Ken
que siguiendo los consejos de su esposa Berta
recibió el bautismo el dia de Pentecostes con
diez mil de Jos principales sajones (596). Al
saber el Papa tan feliz resultado mandó nuevos
misioneros que debian secundar los trabajos de
los anteriores;
y
para dar una organizacion re–
gular
á
la macicnte Iglesia, eligio Arzobispo al
monje Agustin, que pasó
á
consagrarse
á
Fran–
cia, é instituyó doce obispados. De regreso
á
Inglaterra Agustin, cuyas virtudes le han, cuyas
virtu~es
le han valido el título de Santo, conti–
nuó sust rabajos apóstolicos secunJado por sus
compañeros
y
bien pronto la Inglesia inglesa se
encontró en un estado floreciente.
"
Los Alelllanes
S....
El apóstol de Alemania
.. fué
San Bonifacio
ó
\Vilfrido, monjes ingles,
educado en el monasterio de Exester. Autori–
zado por el Papa Gregorio 11 para evangelizar
á
los infieles, recorrió la Baviera
y
la Turingia,
destruyó los restos de Ja antigua supersticion
de los druidas, fundó muchos monasterios,
entre los que es muy célebre el de Fulda,
é
hizo un gran número de conversiones (723).
Elegido por el Papa Gregorio III arzobispo de