-138 -
pensaba en !·as conquistas y en el saqueo de las
poblaeiones y de las Iglesias. Pero este gcfe
bárbaro fué impolsado á la verdadera fé por
amor
á
la victoria: en la batalla de Tolbiac
que tnvo contra los alemanes, veia su ejérc1Lo
ya
d~rrntado
y fugitivo, cuando se acordó del
Dios de Clolilde
y
ofreció abrazar la religion
de Cristo si conseguía la victoria. Los alemanes
fueron vencidos
y
Clovis, cu[lpliendo su pro–
mesa, fué bautizado por San 'l\emigio en Reims
el dia de la Natividad (49t:5).
rres mil de
Sl·~S
principales guerreros imitaron su ejemplo
y
sucesivamente toda la nacíon se convirti ó
¡¡f
Cristianismo. Desdes entónces fueron contad os
los francos entre los pueblo.s civilizados y
d
Papa San Anastasio djó
á
sus reyes el titulo de
Cristianí simos
que conservan hasta el día.
Los Visogodos
-
Les Visogodos qu e
ocupaban la maybr parte de la España, habían
abrazado el·
aniani~mo.
El primero de sus prín–
cipes que abjuró el error fué San Hermegildo,
heredero del trono que movido por los conse–
jos de su esposa Ingunda
y
de San Lea·ndro
obis.pode Sevilla, se convirtió
á
la verdadera
fé.
Indignado su padre Leovigi'1do comenzó con–
tra los católicos una cruel persecucion que oca–
sionó una guerra civil, en la que San Herrnenct–
giildo se vió obligado
á
ponerse
á
la cab éza del
pa·rbido perseguido. Vencidos los católicos y to–
mado S. Hermenegildo fué confinado
á
la ci1u–
dad de Valencia
y
mas
tarde decapitado an
Tarragona. Sus ·virtudes
y
la constancia con
que rohusó toda comunicacion eon los arrianos