Table of Contents Table of Contents
Previous Page  383 / 416 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 383 / 416 Next Page
Page Background

DESPUES DE

PENTEGOSTES. .

373

dres hacen aquí una reflexior1, que despues debiera abr:r

los ojos, y ab1andar el corazon

él

aquel pueblo ciego y

endurecido: les hacen ver que han perdido la prercgati–

va d'e pueblo privílegiado , de pueblo escogido,

y

que

han puesto el colmo

a

su iniquidad , cometiendo el mas

horrible de todos los delitos.

Le hábia prometido Dios

a

David conservar su poste–

ridad .por todos los siglos, y hacer durar su trono

tanto

co010 los cielos :

Pmiam·'in·

s¿eculum J;teculi semen ejus

,

&

thronum ejus >Sicut die's creli.

Esta promesa no puede enten–

derse de la descendencia de

D :i vid . se~un

fa

carne. Su tro–

no fué -arniinado

y

destruido

:desde

el tiempo

de

Sedecías

y

de

Nabucodonosor; y ha mas de dos mil años que

ya

no

subsis

A

Pues aunque

Zo~obabel

a

la vuelta

de

•la .cautiv

i–

dad

exercici~ aigun~autoridad

sobre

IS

U na

ción, nadie se .

atreverá a decir que

.reyri,

ni tampoco

ql.le

gobernas,e con

una autoridad absoluta.

·En

tiempo de ·J

... suc

risto·ya

no

ha- ··

bia entre los judíos sin0 una sombra de•rey no;

y

aun este

fantasma de rey no no subsistia en la raza de .David; pues

Herodes, que llevaba el nombre

de

-rey·, era idumeo,

y ,

descendia de Esaú. Desde

e}

siglo de Jesucristo,

o

quando

mas un siglo despues,

1no

~e

distinguió quién era

y

quién

no de la raza

o

familia de David; la que se extioguio ab–

solutamente ,

u

de

tal suerte se confundió con las ot ras

familias de la nadon , que

ya

no es posible distinguirla,

ni probar que existia todavía. Y así, la promesa heeha

a _

David~

de un reyno perpetuo, no. se cumplió sino en Je–

sucristo; quien sin disputa es de la raza de David.

E ste

di–

vino Salvador reyna

y

reynará eternamente, no solo co–

mo Dios, sino tambien como Hombre-Dios, que exerce su

imperio sobre el verdadero Israel , sobre el pueblo .esco–

gido, que son los cristianos,

y

sobre toda la Iglesia, en la

1

que exerce

su dominacion espiritual por sus ministros:

Si

autem derelfnqueri,nt fflii ejus

l~gem

meam:

Si su posteridad

llega

a

abandonar mi

ley ',

si violáre lo que

hay

de mas

santo en mi ley:

Si justftiasmeas profanáverint,

tomaré en

mi mano la vará para castigar sus iniquidades: los castiga–

ré rigurosamente por sus enormes delitos; pero sin embar-

1

go, no romperé·la alianza que contraxe con David: no apar· (

1

1

taré mi

miserieo,rdia

de él: no me volveré atrás de la pa-

1

labra que le dí:

Misericórdiam

autem mett..m.

non dispérgam

l

..

Tom. V.

_

.Aa 3

ab

1

: