DOMINGO TERCERO
DESPUES DE PENT.E COSTE
S.
Como el primer domingo despues de Pentecostes está
consagrado
a
]a solemnidad de la fiesta de la santísima
Trinidad ,
y
el segundo cae siempre en la octava del san–
tísimo Sacramento'· el tercero es siempre
el
primero que
se
si•"-'1
e
:·
mediatamente
a
la celebridad de todas estas
r
..,tas ;
y
así por este tercer domingo despues de Pente–
costes empezarémos nuestros exercicios devotos para to–
dos los domingos que faltan hasta el ad viento.
Los griegos llaman
a
este domingo
el
segundo
de la
uoctrina
ó
predicacion de Jesucristo; por otro nombre,
e Jesucristo enseñando: los latinos le llaman el domin–
go de los publicanos
y
pecadores;
y
comunmente,
el
do–
mingo
de
la ovejá
perdida,
por quanto el evangelio que
se lee en la misa de este dia refiere la impaciencia
y
la
priesa con que los publicanos.
y..
los pecadores públicos
concurrían de todas partes
a
oir
a
'Jesucristo. Habiendo .
murmurado de esto los fariseos , diéron ocasion al Sal va–
dor ·de proponerles la tierna parábola de la oveja per–
ida'
que el
pastor va
a
busc~r
con tanto zelo, hasta de–
. r en el redil las otras noventa
y
nueve. Toda la histo–
n
del ofiCio de este domingo está
llena de
los rasgos de
la andad
de
pios
para
con el pecador ,
y
de la confianza
que debe inspirarnos una misericordia que nos prev,iene
con
hi.
.,ta dulzura.
,
La 1.' isa de este dia empieza por este versículo del
s-ªlmo
24 :
1?.éspice in me
,
&
miserere mei
,
Dómine
,
quó–
niam únicus
, .e?
páuper sum
ego
:
poned sobre mí vuestros
ojos, Dios mi
y
compadecéos de mí, pues me hallo
destituido de tod n0corro.
Vide
humilit
átem rneam,
&
la–
borem
·
meum:
consict
"d mi abatimiento,
y
los males que
padezco;
y
pueda
yo
ex
~
siquiera por este medio todos
los
pecados que he cometía:
·
Et dimítte
omnia
peccáta
mea,
Deus meus.
--~
-:--
Tom.
V:
A
Es