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SEGUNI/O VIERNES

golpes

á

uno, matando á otro ,

y

apedreando

á

otros.

E t padre de familias en vi6 todavía otros criados en ma–

yor número que los primeros; pero no los tratáron me–

jor. E stos criados del propietario, que fuéron á cobrar la

r enta , son los profetas que envió Dios en diferentes tiem·

pos á los judíos, quiene \t los maltratáron,

y

les quitáro.q

la vida , como sucedió á Isaías,

á

Jeremías ,

á

Zacarías

y

á otros muchos' como son los que llamamos los . pro· .

fet as menores., que

suce~iéron

á

los mayores. Finalmen–

te, el padre de familias, continúa el Salvador, visto el

d esprecio

y

crueldad con qué los renteros habian trata–

·do

á

sus criados, se resolvió

á

enviarles la persona que

.mas a_maba; esto es,

su

hijo único, esperando que

á

lo

m~nos

tendrian 'respeto al heredero ,' que po·r lo mismo

era tambien su :-señor; pero se e'ngañó en · su esperanza;

po rqu~

aquell<'.>s desventurados, viendo a ce rcarse

á

t ilos el

·hijo

único

de su señor,

y

conociéndole

bien, determiná–

ron matarlo, esperando, apoderarse de sus bienes,

y

man–

tenerse en posesion de su -V iña : en efecto, lo prendié ron,

lo sacáron fuera de la viña,

y

allí le quitáron la vida.

Quando

iVen~

el señor

de

la viña

á

castigar

á

estos re·

beldes

y

homicidas , les dixo el Salvador ,

i

con que

pena

os

pa rece los castigará? Todos

á

un t iempo le res,pondié–

ron , que no babia suplicios bástantes p<trá castigar tan hor..–

r ibles

atentados:

que

1~.J

de.xaria

de hacer en ellos un

cas–

tigo

exemplar,

y

que arrendaria su viña á otros

~enteros

que

tuviesen una conducta muy diversa, y que le pagasen sus

frutos á

sus tiempos.

Se cree que fuéron los

sacer~otes. Jos

que d réron esta respuesta, la que confirmada por Jesu–

cristo

les hizo· comprehender bastantemente que ellos mis–

'mos e ran aquellos contra quienes habían pronunciado es–

ta

sentencia,

E t a ·difícil

no

conoéerse

á

mi smos en este

r~t rato;

po:rque

i

quien no ve que los judíos eL'an visible–

m~nrn

señalados

en

estos r enteros,

y

Jesucristo

en la per–

'SUna de este h ijo único?

8'en

pronto

se

ma~ifes tó

y

se

próbó el sentido d e esta parábola ; pues

á

pesar dt;t las

pruebas

que

los

pontífices

y

fariseos

tenian de

la

divini–

d ad del hij o de Dios,

y

de

su

calidad

de Mesías, no tar–

dáron mucho en condenarlo

á

muerte con el fin de que–

.da rse solos por maestros del

pueblo,

y

conservar su re_–

l>Utacion

y

fama et) rla

sinagoga. Fué

echado de

su viña

r

Je-