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NOVIEMBRE. DIA

xxvr.'

393

DIA VEINTE Y SEIS.

San Pedro, patriarca de Alexandría,

y

mártir.

P

OR

muerte

del patriarca San Teonas

fué

colocado

en

el trono patriarcal de Alexandría San Pedro : varon

recomendable por la santidad de su vida, por su profunda

inteligencia de la sagrada Escritura,

y

por su fervoroso ze–

Jo

de

la propagacion

de

la fe. Habiendo sobrevenido la

gran

persecucion de Diocleciano

y

Maximiano , se

v

ió precisa–

do

a

salir de Alexandría, y

a

correr de provincia en pro–

vindá para consolar

y

para fortalecer

a

los fieles.

Exhor–

taba

a

los santos confesores que estaban en las cárceles

el

que no saliesen de ellas sino para recibir la corona del mar–

tirio: sostenía

a

los que estaban para caer,

y

levan taba

amoro amente

a

los caídos. Entre éstos

le

lastimó doloro–

samente Mdecio, obispo

de

Lycopolís en Egipto. Convo–

có en Alexaadría un sínodo para deponerle, y con

efecto

le depuso' porque habiendo ofrecido incienso

a

los dioses

falsos, era inevitable que experimentase los rayos de la

Jgle ia.

Dichoso si se hubiera reconocido! Pero añadiendo

culpas

a

culpas, formó un cisma de que se declaró cabeza.

Lloró el santo pa tor e ta discordia intestina: erabajó quan-

, to pudo para pacificar los ánimos' reduciéndolos

a

Ja

uni–

dad

de

la santa

f;

católica; pero en medio de eso se

man–

_tuvo firme,

y aunque

sufrió con invicta paciencia todas las

injurias con que le maltratáron los cismáticos, nada bastó

· para

que

cediese un punto de su teson ni de su vigor epis–

copal: en nada faltó de lo que le pedía sq obtigacion, ni

cejó

en la

mas

mínima

cosa que interesase

1)1

dignidad

de

su s:igrado mini-sterio. Dispuso unas reglas en órden

a

los

apóstatas penitentes, tan discretas, tan sabias

y

tan santas,

dirigidas por una parte

a

reparar la honra de Jesu-Christo

ultraj do'

y

acomodadas por otra

a

la flaqueza de los que

habian

caído

en_ aquel

tiempo

de

prueba,

que la

Iglesia las

'

re-

·•