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NOVIEMBRE. DIA XXIII.

hoy

caracterizan en el mundo

a

la mayor parte' de los

'lue

se

llaman christianos. De quántos se

podrá.

decir que

no reconocen otro Dios que sus riquezas , que su ambi–

cian, que sus gustos, que

sus

diversiones, que su vientrd

Pero quál será su destino

~

Ya le anuncia San Pablo sin

ambigüedad, sin disimulo: una muerte infeliz

y

desgra–

ciada:

Q,uorum finis intéritus.

El evangelio 'es del cap.

si4.

ile

San Mateo.

JN il!o tlmpore

,

di$Íf

Jnus

discipulis .ruis: Vigilate er·

E9.

,

quia nescitis qua hor4

Dóminu.t 'Dester venturus sit.

lllud autem scitote, quónidm

si sciret paterfamilias

qua

ho–

,.a,

fur

venturus e.rset, vigilá–

ret útique,

é,g

non sineret pér–

fodi domum suam. Ideo

S5-

vu~stóte paráti quia qua nesciti.r

hora Ftliu.r hómini.r venturu.r

e.rt

. Qui.t putas est

fidelis

.rer–

vur

,

S

prudenr

,

quem con..r–

tf

tuit dóminus suu.r super

fa–

miliam suam, ut det illis cibum

in

témpore

?'

Beatu.r ille servu.r,

'JUem cum vénerit dóminu.r eju.r

invéJierit sic

f

aciéntem. Amen

t1ico vobit

,

quóniam super

tim–

nia bona sua constftuet

eum.

E

N aquel tiempo dixo Jesus

a

sus discípulos : Velad por-–

que no sabeis en qué hora ha

de

venir

vuestro Señor. Sabed

pues esto ,

que

si el padre de

fa–

milia supieralahora en que babia

de venir el ladron , velaria cier–

tamente

7

y

nu pernrltiria

minar

;)cr

casa. Por tanto estad tambien

vosotros prevenidos , porque el

hijo del hombt'e vendrá en la ho–

ra que no sabeis ,Quién , piensas,

es el siervo

fiel '

y

prudente

a

quien su señor constituyó sobre

su

familia

para

que

les

a

tiem–

po el

sustento~

Bienaventurado

el siervo,

a

quien su señor' quan–

do

venga, encuentre obrando

de

esta manera. Os digo de verdad

que le dará la administracion de

todos sus bienes.

MEDIT ACION

NO HAr

ESTADO MAS

PELIGROSO

para la salvacion

que

el de la tibieza.

P U N T O P R 1 M E R O.

C

onsidera que por estado de tibieza se entiende la dis–

posicion de una alma que se ciñe precisamente

tl

evitar las culpas

graves,

y

que

hace poco

ó

ningun

apre–

cio de

las ?ltas

ligeras,

las

que comete con . freqiiencia,

sin reparo, sin temor

y

sin

re,mordi~iento.

De una al-

ma